Bofetón del Wolfsburgo al Real Madrid

Bofetón al Real Madrid en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. No solo por el resultado, sino por la imagen que ofreció ante el Wolfsburgo. El efecto efervescente del triunfo en el Clásico se ha disipado y ha trasladado al equipo al terreno de las dudas futbolísticas y mentales.

La eliminatoria no está perdida pese a la dificultad pero hay un retroceso en su discurso ganador con vistas a levantar la ‘orejona’. Salió el Real Madrid bastante mandón como si prolongase el juego del Clásico. Lo hizo circulando el balón con sentido y con velocidad entre el centro del campo y los delanteros hasta el punto de tener dos claras ocasiones de gol, una sobre todo de Benzema.

Sin embargo, de repente, llegó el apagón. Ya había avisado el Wolfsburgo por la banda de Danilo con un contragolpe de libro y en la siguiente acción Casemiro cometió penalti. Keylor no obró el milagro y los alemanes se pusieron por delante sin apenas hacer nada. El Real Madrid sintió el golpe mucho más de lo esperado. Retrocedió a los tiempos de la oscuridad. Al escenario de las dudas de antaño, a la escasez de fútbol y a la endeblez en defensa. Así llegó el segundo gol de los alemanes. De nuevo el carril derecho del Madrid fue una autopista y Drexler puso al balón dentro del área para que finalmente Arnold superase a Keylor Navas ante la pasividad de Sergio Ramos.

En un abrir y cerrar de ojos el Wolfsburgo se puso con una renta de dos goles cuando el reloj aún no había pasado por el minuto treinta. El Madrid se entonó pero sin arrinconar al rival. Tomó las riendas del partido mientras su rival se metió en su campo a la espera de un nuevo contragolpe. Benzema pudo hacer el primero en un buen centro de Bale pero el delantero, mermado desde el inicio del partido por una patada de Naldo, no encontró portería. Así se llegó al descanso.

Con los jugadores del Real Madrid mirando al suelo y preguntándose qué había pasado. En la segunda parte, el Madrid dio un paso adelante y se adueñó del partido. Montó una ofensiva y fue arrinconando al Wolfsburgo. Lo hizo todo bien hasta los tres cuartos pero después le faltó puntería. Zidane intentó modificar el desarrollo del juego con la entrada de Isco por Modric para filtrar pases en la tupida defensa rival. En una de esas genialidades dejó a Cristiano Ronaldo solo ante el portero, pero Benaglio desvió el balón y un defensa hizo el resto.

Wolfsburgo, 2; Real Madrid, 0

Fuente: Sportyou.es