Agencias
El segmento de más alto nivel de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), la reunión de jefes de Estado y de Gobierno, inició hoy en el Palacio de la Revolución.
Tras la bienvenida del presidente anfitrión, Raúl Castro, a sus homólogos asistentes y otras autoridades que encabezan las delegaciones participantes, los mandatarios dieron comienzo a su primera sesión plenaria.
Durante la jornada, última de la magna cita, deberán discutir y aprobar los documentos derivados de las reuniones de especialistas y cancilleres que integran el Consejo de Ministros de la AEC, celebradas el jueves y el viernes respectivamente.
Dichos proyectos son el Plan de Acción del organismo para el período 2016-2018 y la Declaración de La Habana, los cuales, según afirmó la víspera el subdirector general de América Latina y el Caribe de la Cancillería cubana, Carlos Zamora, gozan de un amplio consenso entre los Estados miembros y asociados de la organización.
Con respecto a ellos, Zamora detalló que recogen acciones programáticas y estratégicas de la AEC para la citada etapa, y patentizan la posición del bloque en torno a temas de actualidad política y socioeconómica.
Aspectos cruciales tratados por las naciones caribeñas en el evento, recogidos en los documentos, son el turismo sostenible, el desarrollo del comercio y las relaciones económicas internas de la Asociación.
Asimismo, el transporte marítimo, las estrategias portuarias, el servicio de las operaciones hidrológicas y meteorológicas, la necesidad de una plataforma de información territorial del Caribe para la prevención de desastres, fueron definidos como asuntos de importancia estratégica para el área caribeña.
Constituida en 1994, la AEC tiene el propósito de promover la consulta, la cooperación y la acción concertada entre todos los países del Caribe.
En ese sentido, se espera que la cumbre de La Habana, a la que asisten representantes de los 25 Estados miembros, los siete asociados, y los 21 países y nueve organizaciones internacionales con status de observadores, sea un importante impulso político a la consolidación de la unidad regional, en pos del desarrollo sostenible.
