El huracán Matthew dejó cinco muertos en Florida

Cinco personas murieron en la péninsula de Florida, en Estados Unidos, por el paso del huracán Matthew. Y la tormenta continuaba este sábado su peligroso trayecto en paralelo a la costa este de Estados Unidos. Aunque perdió intensidad, ahora amenaza con provocar graves inundaciones.

En el pasaje de Matthew por Florida, una mujer murió al ser aplastada por la caída de un árbol en el condado de Volusia, en tanto que en el de Putnam falleció otra en una circunstancia similar: en este caso, el árbol se desplomó sobre la casa rodante donde se había refugiado. Además, una mujer falleció al sufrir una crisis cardíaca y por último, una pareja perdió la vida por las emanaciones de monóxido de carbono procedentes de un generador en su garaje.

Matthew afectó el territorio estadounidense tras su paso por el Caribe, donde fue particularmente feroz en Haití, donde además de cientos de muertes generó cuantiosos daños en viviendas y campos con cultivos.

Por el contrario, su impacto sobre el estado de Florida fue menos violento que lo esperado debido a que el ojo del huracán no tocó tierra. De todos modos, además de las cinco muertes generó numerosos trastornos, con ciudades como Miami prácticamente desiertas debido a la amenaza de la gran tormenta. Además, la crecida del mar amenaza con inundaciones.

Lo peor de la tormenta en la Florida pasó frente a Cabo Cañaveral, donde la NASA tiene su centro de lanzamiento de cohetes, y dejó «daños limitados en el tejado de las instalaciones del KSC (el Centro Espacial Kennedy)», dijo la institución en su página web.

Esta mañana Matthew ya estaba cerca de la costa de Carolina del Sur (Charleston) y de Georgia (Savannah). El huracán bajó a la categoría 1 en la escala Saffir Simpson, de un máximo de 5, con vientos de hasta 165 kilómetros por hora, y se desplaza a 19 kilómetros por hora por la costa atlántica.

Pese a que perdió intensidad, el alerta continúa. «Hay riesgo de inundaciones mortales (…) a lo largo de la costa de Georgia, de la costa de Carolina del Sur y de la de Carolina del Norte», advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los Estados Unidos.

Hasta el presidente Barack Obama advirtió que aún no es tiempo de desentenderse del problema climático:  «Todavía es realmente un huracán peligroso», aseguró. «Creo que la mayor preocupación en este punto no es solamente la fuerza de los vientos del huracán, sino el crecimiento de las aguas costeras», dijo Obama en la Casa Blanca.

Por otro lado, el gobernador de Florida, Rick Scott, advirtió por Twitter que «las inundaciones continúan en el noreste del estado». Y pidió: «Permanezcan en el interior!»

Los cortes de energía eléctrica son una de las consecuencias, con un 11% de los consumidores de la red eléctrica de Florida afectados, lo que representa más de 1,1 millón de personas.

Fuente: Clarín.com