Quedan solo 30 vaquitas marinas y su extinción es inminente

Cuando la cantidad de individuos de una población decae, existe una razonable preocupación por el riesgo de la especie. Sin embargo, los nuevos datos sobre la vaquita marina que apuntan a que su población descendió en un año a la mitad, la pone literalmente en amenaza inminente de extinción.

La alerta la hizo esta semana el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), entidad integrada por especialistas de varias disciplinas que buscan desesperadamente la forma de evitar la desaparición de este mamífero marino.

Según ellos, de los 60 cetáceos que había el año pasado ahora sólo quedan 30 individuos.

Se conoce como vaquita marina ( Phocoena sinus) al cetáceo más pequeño del mundo, es una especie de marsopa diminuta y evasiva que vive en el alto Golfo de California, de donde son nativas y exclusivas. Mide 150 centímetros y pesa unos 50 kilos. Es conocida también como ‘panda marino’ por la apariencia de la coloración alrededor de sus ojos.

Los avistamientos de esta especie son pocos porque se mantiene alejada de la superficie del mar y apenas se acerca unos segundos para tomar aire y volver a las profundidades. De hecho, es tan difícil ver a las vaquitas que el mejor «retrato disponible»  de ellas es una pintura.

La problemática con su población no es nueva. La pesca del pez totoaba, cuya vejiga natatoria se vende muy bien en China y Hong Kong, ha puesto en amenaza a esta especie, pues las vaquitas quedan atrapadas de forma accidental en las redes de pesca. Un kilo puede llegar a costar más de $50,000, pues es considerado un alimento de lujo.

Por eso, desde hace varios años, científicos, ambientalistas y organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza en México (WWF, por sus siglas en inglés) han calificado esta situación de dramática.

En 2014 se estimó que solo quedaban 97 ejemplares, ya para el 2016, la reducción fue de un 40%. El último de reporte del CIRVA asegura que la población de esta especie decayó en un 90% en los últimos 5 años.

Como reacción a esos números, se solicitó al gobierno de México prohibir inmediatamente todos los tipos de artes de pesca dentro del hábitat de estas vaquitas. Pero, a pesar del aumento de los esfuerzos de las autoridades mexicanas y de dedicar en el último año más de $30 millones en compensaciones a los pescadores para reducir su captura accidental en las redes, la vaquita sigue hundiéndose hacia la extinción.

Tomado de Univisión