Habitante de Antiguo Cuscatlán: “Sentíamos como que nos hundíamos”

La noche del lunes, la Alcaldía de Antiguo Cuscatlán habilitó un albergue

El Metropolitano Digital

A pesar de que el enjambre sísmico sigue disminuyendo en el Área Metropolitana, los habitantes de Antiguo Cuscatlán aún tienen temor de que se repita una cadena de sismos como la que inició el domingo pasado.

Gloria Rodríguez, habitante de dicho municipio, compartió su experiencia:

“Siempre ha habido temblores, ya estamos acostumbrados en El Salvador, pero los que iniciaron el domingo eran diferentes. Primero porque segundos antes se escuchaban ruidos, como retumbos, y segundo el movimiento no era mecido, sino que era hacia abajo como que nos hundíamos. Gracias a Dios eran cortos, la angustia disminuía en esos momentos en que la tierra no se movía.

En este municipio estamos acostumbrados a sentirnos seguros, pero la naturaleza nos sorprendió este fin de semana cuando dijeron que el epicentro era en Antiguo Cuscatlán; yo creo que nadie durmió ni el domingo, ni mucho menos el lunes. Cuando ocurrió el temblor del lunes, la preocupación aumentó porque el movimiento fue más fuerte y más prolongado. Se sentía más angustia, lo perros de los vecinos no paraban de ladrar cuando sentían una réplica, eso sumado a información que circulaba que decía que Antiguo Cuscatlán está sobre el cráter del volcán, aumentaba el miedo.

Fue un lunes cansado, los temblores nos despertaban cada 15 minutos, sonaba todo, puertas portones, adornos, eso, y la  incertidumbre nos mantuvo despiertos hasta que amaneció. Seguía temblando, pero luego a las 8:00 de la mañana, los temblores cesaron y así volvimos a la tranquilidad de siempre.

Las réplicas ya no nos han sorprendido, estamos tranquilos de nuevo, pero siempre alertas, y con un poco de incertidumbre de si en realidad esa sensación de estarnos hundiendo fue real o solo una percepción, debido a que estamos en un terreno alto. Creo que debemos informarnos más y siempre tener presente que los sismos nos pueden sorprender en cualquier momento, porque si algo aprendimos este fin de semana es que la naturaleza cambia a su antojo, y no podemos estar confiados”.