Agencias
Solo queda una oportunidad para que el Barcelona no se quede con las manos vacías esta temporada y para que Luis Enrique se despida del banquillo blaugrana con un nuevo título, tras tres años de dirigir al equipo.
El Barcelona y el Alavés se enfrentan en una Final de Copa del Rey especial y diferente. Es también el último partido del Estadio Vicente Calderón antes de apagar por completo sus luces ante la salida del Atlético de Madrid a su nuevo recinto, el Wanda Metropolitano.
Hay muchos elementos que le dan un sabor peculiar al duelo por este título copero. Mientras el Barcelona tiene la obligación de despedir la campaña con la cara en alto, a la espera de muchos cambios en la plantilla, el Alavés, pase lo que pase, podría ya estar de fiesta tras pasar a esta instancia de la competencia por primera vez en 96 años de historia. Un título para los de Mauricio Pellegrino marcaría sin duda una época del club.
Esta cita es tan importate para un club como para el otro, aunque en distintas direcciones. Por lo que a pesar de que el Barcelona sea amplio favorito para coronarse, no podemos descartar por completo a un Alavés que no tiene nada que perder, por lo que arriesgará todas sus cartas para llevarse el triunfo.
Si bien es cierto que el cuadro culé venció por 0-6 a los babazorros en el último encuentro de la liga, hay que recordar que en el compromiso de la primera parte del torneo los de Vitoria vencieron a domicilio por 1-2, por lo que estos mismos jugadores no únicamente saben lo que es vencer al Barcelona, sino también como ganarle en cancha ajena
