¿Por qué celebramos el Día de la Madre?

El Día de la Madre en España es una celebración familiar con muchos años de antigüedad. Aunque su verdadero origen se desconoce, existen varias versiones de cuándo nació el festejo para las madres. Uno de ellos tiene que ver con la tradición católica y, hasta 1965, la celebración era realizada cada 8 de diciembre (Día de la Virgen Inmaculada Concepción).

La influencia norteamericana hizo que se separaran las tradiciones dejando el Día de la Madre para el mes de mayo. Éste fue elegido por ser el mes de María, de las flores y la renovación.

Aunque muchos acusen a los días festivos como «días comerciales», la realidad es que el Día de la Madre cuenta con muchas tradiciones culturales. En los católicos la imagen de la Virgen María es símbolo de maternidad y es por ello que en principio se asociaba el día de Inmaculada Concepción al de las madres.

La tradición se remonta al cuarto domingo de Cuaresma cuando se ofrecian flores y regalos a la Iglesia Madre, es decir, la iglesia donde cada uno había sido bautizado. Pero dicha tradición cambió, permitiendo a los siervos el retorno a sus hogares sólo por ese domingo, muy semejante al festejo actual.

Anna Jarvis, sin embargo, es considerada la autora de este día festivo, ya que después del fallecimiento de su madre realizó varias campañas para que las progenitoras tuvieran su día en el mes de mayo.

En 1910 se comienza a implementar la idea de Jarvis, y al cabo de unos años la celebración se había convertido en una tradición en Estados Unidos. Muchos países comenzaron a copiar la iniciativa de los norteamericanos y es por ello que se propagó el festejo durante el mes de mayo.

300 años después de celebrarlo el 8 de diciembre, España adopta la postura de EE.UU. y comienza a festejarlo el primer domingo de mayo a partir de 1965

El Día de la Madre, más allá de los regalos, las flores o los bombones, significa un agradecimiento a nuestras madres por dedicarse al trabajo más duro, incesante y maravilloso que existe. Agradecer a quien nos ha dado la vida, escapa de las ventas comerciales y nos recuerda la importancia de la familia. El coraje, la determinación, la fuerza de voluntad, el cariño y la contención, son los valores más hermosos que nos pueden enseñar. Y de ello se encarga mamá.