Barcelona homenajeó a las víctimas de los atentados con una emotiva misa en la Sagrada Familia fuertemente custodiada

La basílica de la Sagrada Família de Barcelona ha acogido este domingoa las diez de la mañana una misa solemne por la paz y por las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) y la recuperación del más de centenar de heridos. Al acto han acudido los Reyes; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la alcaldesa de Cambrils (Tarragona), Camí Mendoza.

En una Sagrada Família acordonada y repleta de múltiples agentes de seguridad y de la Cruz Roja, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha llamado hoy a la sociedad en su conjunto a ser “artesanos de la paz” y a estar unidos con el objetivo común de “la fraternidad, el respeto y el amor solidario” porque “la unión nos hace fuertes y la división nos corroe y nos destruye”.

La necesidad de buscar la paz y la concordia ha centrado la homilía que ha pronunciado Omella en la misa celebrada en la Basílica de la Sagrada Familia, que este domingo se ha dedicado a recordar a las víctimas de los atentados terroristas de La Rambla y Cambrils (Tarragona).

Ante una amplia representación de autoridades de las administraciones central, autonómica y local y de miembros de otras confesiones religiosas, como la musulmana, el cardenal ha pedido unidad para poder mirar al futuro con esperanza.

El cardenal ha pedido unidad para poder mirar al futuro con esperanza

“Este es un hermoso mosaico. Todos unidos con el objetivo común de la paz, el respeto, la fraternidad y el amor solidario. La unión nos hace fuertes. La división nos corroe y nos destruye”, ha subrayado ante una basílica llena de ciudadanos y en presencia de los Reyes y con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en primera fila. También estuvo presente el primer ministro de Portugal, Antonio Costa.

A la misa también han acudido cientos de ciudadanos que desde primera hora de la mañana hacían cola en los dos accesos de las fachadas del templo para pasar los controles de acceso a la basílica. El público ha concluido el acto con un aplauso espontáneo al final del Virolai, con el que se ha cerrado la misa de homenaje.

Tomado de La Vanguardia