Noel Campos, locutor de radio UPA: “Como Noel soy serio, pero cuando me meto al personaje de Tío Lobo hago locura y media”

El Tío Lobo se viene a las páginas de El Metropolitano Digital | Foto Santiago Leiva

Por Santiago Leiva

¡Auuuuuuuuuuuu! El aullido retumbó en la pequeña cabina y seguramente en muchos radios parlantes de El Salvador. Eran las 9:00 de la mañana y Tío Lobo, un día más, cogía los controles de Radio UPA para llegar con su peculiar saludo a la niñez del pulgarcito de América. Como relojito suizo, durante más de 25 años, Noel Campos ha ocupado las Ondas Hertzianas de Radio UPA para llevar e implementar valores y principios e interactuar con los niños cuscatlecos, misión de la que se siente feliz y orgulloso de ejecutar.

Para ello este migueleño de nacimiento adoptó el papel del Tío Lobo, un personaje muy creativo que hace volar la imaginación de los infantes. “Cuando me propusieron en 1991 la radio UPA, dije que no podíamos salir como cualquier locutor y me dijeron: entonces que propones, les dije que hiciéramos personajes como hace Disney y yo decidí ser el Tío Lobo, porque el tío significa el que ayuda”, dice Noel. Para su trabajo Tío Lobo se hace acompañar de unos binoculares mágicos e invisibles con los que puede observar si los niños no se quieren levantar, si no han hecho la tarea o no se han cepillado los dientes.

“Lo de los binoculares yo me los inventé y les digo: con esto yo veo lo que estás haciendo, me invento nombres, y digo por ejemplo: Carlitos levántate y ese niño que quizá no quiere levantarse se levanta”, explica. Tío Lobo y sus Amigos, pilotea los controles de Radio UPA de 9:00 am a 12:00, pero su idea también fue adoptada por otros locutores que llegan en diferentes turnos  y que hacen personajes como El Conejo,  El Pingüino, La Cangurita o La Chinita Mágica.

Noel también participa del programa Juego Limpio con el que se aconseja a los niños a no hacer trampa, y es también operador y programador de Radio El Mundo. Su trabajo en pro de la educación de los niños le han valido a Noel para que World Vision le entregue el reconocimiento “Estrella por la Niñez” tres años consecutivos en la categoría de radio. Además ASDER le reconoció por sumar más de 25 años en radio sin hacer ninguna pausa.  “Ver la alegría de los niños para mí es algo mágico. Cuando hacemos eventos en centros comerciales o colegios y veo la alegría, la sonrisa que tienen los niños para mí  es algo maravilloso”, afirma. Con ese peculiar saludo, Tío Lobo entra aullando a la página de El Metropolitano Digital para convertirse en nuestro personaje de la semana.

 

¿Qué piensas de la niñez?

Lo niños para mí son la alegría, son el presente y futuro.

 

De hecho hay una escritura bíblica que dice: dejad que los niños vengan a mí…

Sí,  acuérdate que fue un mandamiento del Señor. Dejadlos que vengan a mi dijo, porque de ellos es el Reino. Yo cuando estaba en cabina y venía un niño, antes era más mágico porque yo tenía un traje, me emocionaba al verle la cara cuando él veía  personaje en la cabina. Era algo maravilloso, espectacular ver esa reacción de asombro y fantasía.

Me contabas que te inspiraste en Disney para crear los personajes de radio UPA ¿qué personajes has creado?

Mirá cuando me propusieron en 1991 la radio UPA, dije que no podíamos salir como cualquier locutor y me dijeron: entonces que propones, les dije que hiciéramos personajes como hace Disney, pero diferentes. Yo decidí ser el Tío Lobo, porque el tío significa el que ayuda. De ahí surgió el personaje el Tío Lobo y las personas que se fueron uniendo adoptaron un personaje, esa era mi idea. Entonces yo siempre he hecho el personaje de Tío Lobo en la UPA y en otro programa que se llama Juego Limpio la he hecho de narrador, pero a mí el que me gusta es el de Tío Lobo.

 

¿Los personajes son interpretados por varias personas?

Hay diferentes personas de planta. Yo por ejemplo cuando comencé estuve once años en el turno de 6:00 a 9:00 de la mañana. Estuve 11 años todos los días sin descansar domingo. Igual estaban personajes como el Mapache, hoy está el Conejo, está el Pingüino, la Cangurita, está la Chinita Mágica. Hay diferentes personajes, en diferentes turnos.

 

¿Y qué les diferencia al momento de dirigirse a los niños?

Las características del personaje.

 

¿Qué hace Tío Lobo por ejemplo?

Yo digo por ejemplo: ¡Auuuuuuuuuuuu!. Muy buenos días niños, ¿qué tal cómo están? Aquí está el Tío Lobo, bienvenidos todos. ¿Hiciste la tarea?, permíteme, permíteme no te voy a preguntar, sacaré los binoculares mágicos. Los binoculares yo me los inventé y les digo: con esto yo veo lo que estás haciendo, me invento nombres y digo por ejemplo Carlitos levántate y ese niño que quizá no quiere levantarse se levanta. Entonces esas características son las que hacen la diferencia.

 

¿Eso lo haces de 9:00 a.m a 12:00?

Sí, son tres horas, pero para mí es poco, porque la imaginación en la UPA fluye a través de los mismos niños. Fíjate que yo he pasado por diferentes cursos, soy locutor autorizado por el Ministerio de Gobernación, cursé las ocho materias que antes eran catedráticos los que te las daban, pero no me han enseñado como los niños.

Los niños son increíbles, ellos te enseñan algo que nadie tiene y eso es lo me gusta de la UPA. Ver la alegría de los niños para mí es algo mágico. Cuando hacemos eventos en centros comerciales o colegios y veo la alegría, la sonrisa, que tienen los niños para mí  es algo maravilloso. Tuvimos la oportunidad y fuimos varios personajes al Hogar Padre Vito Guarato de Los Planes de Renderos y ahí los niños y los jóvenes no nos dejaban venir. Decían yo quiero al lobo como mi mascota, me tomaban y no me dejaban y a mí eso me gustaba. No es lo mismo estar en cabina solo hablando y poniendo música que interactuar con los niños.

 

¿Has tenido alguna anécdota especial de interacción desde la cabina?

El teléfono es mágico. Una vez un niño “especial” de aquí de la Layco, tomó el teléfono y llamó. Yo no lograba captar lo que decía, al final intenté interpretar, y después me llamó la abuela de él llorando, y me dijo: es el único que ha sabido interpretar lo que mi hijo dice y él está saltando de alegría. Eso para mí fue mágico. Después tuve la oportunidad de conocerlo. En un aniversario me lo encontré aquí con su abuela y comenzó a decirme lobo, lobo con su lenguaje, me emocioné y lo abracé, el niño que en realidad es un muchacho de 23 años, venía con un sobre. Me lo entregó y me dijo: no es nada, pero se lo doy con cariño. El sobre traía 20 dólares.

 

¿En algún momento pensaste en algo distinto a los binoculares para hacerles sentir a los niños que los observabas?

Bueno antes yo decía el aullido. El aullido del lobo no es solamente el aullar que es lo característico del lobo sino que cada aullido tiene un mensaje. Por ejemplo un aullido dice buenos días, dos aullidos saludos también a su familia. Yo voy adaptando los aullidos dependiendo del momento. Por ejemplo para los terremotos de 2001 yo decía: un aullido y ese aullido quiere decir se fuerte, no tengas miedo todos estamos acá. El aullido lo he adoptado para poder ayudar a los demás.

 

¿Los niños entienden el lenguaje?

Sí, por ejemplo cuando me llaman y hay promociones, yo digo voy a querer el saludo, y lo que hacen ellos es el aullido que quiere decir buenos días

 

¿Por qué adoptaste el personaje del lobo?

Bueno yo pensé en el momento en el Lobo de Caperucita

Pero ese es malo…

Es malo, pero yo dije: la UPA será una radio que va a implementar valores entonces yo voy a ser el Tío Lobo, y como te dije el Tío es el que ayuda. Acuérdate que la época que nació la radio UPA fue en 1991 y estábamos en guerra todavía, eran momentos bien difíciles. Y aquí a la Radio El Mundo llamaban niños diciendo que se encontraban solos, y por eso fue que la presidenta de la corporación decidió hacer UPA.

 

¿El proyecto te lo dieron a vos?

El proyecto lo ofrecieron a los que trabajábamos en Radio el Mundo. Nos reunieron y doña Betty nos planteó la idea, le dimos y así empezó la radio. Asido algo muy bonito.

 

Llevas muchos años en esto, ¿no te aburre aún el poner y escuchar música infantil?

A mí se me han abierto puertas en otros medios, estuve trabajando en Cadena Sonora, he estado trabajando con don JC Piedrasanta en Fútbol Profesional, otras radios también me han abierto puertas y créeme que ganando más, pero a mí me atrae mucho trabajar con niños. Y lo bueno es que no solo estamos detrás de una cabina sino que salimos a interactuar con los niños. He tenido la oportunidad de viajar a Colombia, nos invitaron por el programa Juego Limpio.

 

¿En qué consiste Juego Limpio?

Juego Limpio es haces tú tarea, no copias, no haces trampas. Es enseñar a los niños a hacer cosas  correctas.

 

¿Hay diferencias entre el personaje de Tío Lobo y Noel?

Sí y no. Porque por ejemplo con los valores yo he pensado siempre que los niños deben tener principios y valores. Que deben tener un papá, una mamá, un hogar; y como el Tío Lobo pienso igual. Ahora que como Tío Lobo tengo la posibilidad de llegar a un lugar, actuar y hacer locuras, yo a veces digo hacer el ridículo, pero a los niños les gusta porque lo hacemos de corazón.  A veces me preguntan ¿por qué haz durado tanto en la radio? Simplemente porque los niños me han aceptado y la radio me ha dado la oportunidad. Tengo una plaza fija de ocho horas. Soy también operador y programador de Radio El Mundo y me gusta estar aquí. Como Noel yo digo que soy serio.

 

Jajaja como Noel no harías locuras…

Mirá soy espontaneo jajaja, pero cuando me meto en el personaje del Tio Lobo yo hago locura y media, ahí soy otroEl Tío Lobo es un personaje polifacético y  Noel también. Yo digo que todos tenemos doble personalidad. Hay un chiste que dicen que llegó alguien donde el sicólogo y le dijo: señor tengo problemas, tengo problemas, ¿Qué tienes le preguntó el sicólogo? Tengo doble personalidad. No te preocupés, le dijo el sicólogo, sentate y charlemos los cuatro jajaja. Osea todos tenemos doble personalidad.

 

¿Hay Tío Lobo para rato?

Mira yo quisiera que viniera alguien más y lo hiciera con el corazón que yo lo hago, pero a mí una vez me dijo doña Elizabeth Trabanino, quédese porque como Tío Lobo no habrá otro. Yo tenía otras opciones. Entonces yo digo que si viene otro y hace el personaje yo sería el primero en decirle mirá quédate o quedaté a trabajar con migo. Y no lo digo con prepotencia, pero no ha habido alguien que yo vea que va a sobrepasar lo que yo hago y los niños me han aceptado. Cuando yo vea que el niño ya no me llama, no me recibe con alegría iré considerando (no seguir), pero por ahora yo me siento con mucha energía y me siento bien. Yo creo que hay Tío Lobo para rato.

 

¿Tío Lobo y Noel creen en Dios?

Por supuesto que sí. Yo no estaría aquí si no fuera por Dios. Como cristiano he visto maravillas he visto milagros. Vi lo que publicaste en Facebook, pusiste que eres la prueba viviente que Dios existe y yo dije amen. El Señor dijo: sin mí nada puedes hacer, el que no cree en Dios está perdido. Yo he visto milagrosos maravillosos en mi vida.

Entiendo que eres de San Miguel, cuéntame cómo es que terminas en una cabina de radio…

Fíjate que fue algo espontaneo. Yo me encontré con doña Betty una vez. Ella tenía un restaurante en el Redondel Masferrer, me la encontré, estuvimos hablando y me propuso que fuera a Radio El Mundo porque necesitaba operadores. Yo estaba estudiando y trabajaba con los García Prieto en ese local donde también estaba el restaurante. Así que me vine para la radio y me recibieron, me presentaron al operador y en un mes ya estaba trabajando en Radio El Mundo. Tuve la suerte que los operadores que estaban me ayudaron y aprendí rápido. Eso fue en 1988, tenía 17 años. Luego saqué el curso de locución.

 

¿Qué te movió de San Miguel a la capital, el conflicto armado?

Mirá me vine para acá porque mi hermano ya trabajaba con los García Prieto en un taller mecánico, es que nosotros crecimos como colonos en la finca La Anneta en el volcán Chaparrastique. Por cierto estoy preparando una visita para los niños de ahí para este 7 de octubre. Queremos llevarles pastel y una piñata. Yo crecí en ese lugar.

 

¿Qué labores desempeñaste como colono?

Yo le ayudaba a mí madre. Mi madre era la que tomaba el número y tenía la plaza de empleado. Ella nos mandaba a la escuela temprano y en la tarde iba con mi hermano mayor a sacar la tarea que ella tenía que hacer. Nos tocaba limpiar los árboles de café para ponerle abono, jalar los pilones de café para sembrarlos. Era trabajo pesado, pero yo lo disfruté hasta el momento que mi hermano mayor dijo que nosotros no siempre vamos a ser colonos. Porque déjame decirte que quedé sin padre a los seis años. Mi madre y mi hermano mayor fueron los que lucharon (para sacarnos adelante) porque éramos siete hermanos. Luego como te dije yo me vine a trabajar con los García Prieto en un vivero. Me dijeron: venite tenemos un vivero trabajas y estudias. Nos íbamos a los bancos con las plantas ya preparadas a decorar y lo mismo hacíamos en residencias. Lo más que estuve ahí fueron seis meses porque salió lo de la radio.

 

¿Cómo fuiste de niño, fuiste rebelde?

Yo digo que sí. Sí, sí, definitivamente sí. A mí me decía mi madre ya hiciste la tarea y yo decía sí y no la había hecho. Me gustaba ir a jugar fútbol a una cancha que estaba muy cerca. Ahí llegaba a entrenar el Águila.

 

¿Esas eran tus máximas travesuras?

No, yo me iba a un naranjal que nadie podía entrar…

 

¿A hurtas naranjas?

Jajaja nosotros teníamos la llave, pero imagínate la ironía. Teníamos la llave para entrar a ese naranjal inmenso, pero no podíamos cortar una naranja si no había un permiso del dueño. Eso así era antes. Claro que la fecha de pago nos decían vayan a cortar lo que ustedes van a necesitar para los 15 días, teníamos ese privilegio, cosa de la que no gozaban los que no eran colonos. Nosotros teníamos derecho a madera, a leña, a agua, era bonito.

 

Pero fuera de esa fecha si querías naranja debías hurtar…

A otros amigos colonos yo les decía tengo la llave y nos íbamos al naranjal.  Muchas veces nos encontró el caporal. Nosotros cortábamos las naranjas, las reuníamos bajo el árbol, las pelamos y ahí nos sentábamos a chuparlas y platicar. Llevábamos bicarbonato con sal, chile y las untábamos. Muchas veces hacíamos las travesuras que las llenábamos de mucho chile y se las regalábamos a otros niños (para que se enchilaran). Eran travesuras de cipotes, pero nos corregían nuestros padres. Cuando le llegaban a poner queja eran seguros tres cinchazos. Una vez le dimos una naranja a un niño que era el hijo del caporal, y se la oprimimos cerca de la cara. Esa vez nos dieron una…antes te corregían, no es como hoy. La Biblia dice corregirás con vara y los padres de antes lo hacían. Mi madre por ejemplo me decía: si usted hace esto un cinchazo y va a estar hincado en maicillo media hora y eso era así, era con reloj en mano.

 

¿Crees que si se mantuviera esos tipos de castigo hubiese menos delincuencia, menos problemas sociales en nuestro país?

Sí, pero  los tiempos van cambiando. Hoy existe la comunicación y los padres de hoy tienen otros principios, otros valores. El papá ahora interactúa más con el niño y ya no es necesario aquello.

 

¿No es necesario castigar con golpe?

Ya no es necesario, pero poner disciplina sí.