Fuente: Dra. Zuri Bazán. Geriatra | Revisado por: Dra. Margarita Pineda. Geriatra
El deterioro cognitivo es la pérdida de funciones como la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento de la información. Muchas veces, los adultos mayores experimentan dificultades para realizar algunas acciones como tomar decisiones o hacer ciertas operaciones mentales. Las experiencias de vida guardan una relación muy estrecha con el deterioro cognitivo, el hecho de tener una salud frágil, una educación pobre, la presencia de algún tipo de enfermedad, una falta de motivación, entre otras, puede ser motivo de interferencia en la adecuada manifestación de las funciones intelectuales.
Pero no sólo estos factores están relacionados con la disminución cognitiva, la falta de estimulación mental puede favorecer al detrimento de la misma. Sin embargo, gracias a la “plasticidad cerebral” inherente en las personas y al desarrollo acciones encaminadas a mantener una buena actividad cerebral, el adulto mayor puede beneficiarse y mejorar su calidad de vida y disminuir el riesgo a que esta condición empeore.
Se ha comprobado que existe una capacidad de reserva en el organismo humano que puede ser activada durante la vejez para compensar o prevenir el declive, es decir, que en edades avanzadas la cognición es entrenable y potenciable gracias a la plasticidad neuronal (facultad del cerebro para recuperarse y reestructurarse).
La plasticidad cerebral propone que el cerebro se puede ir transformando y adaptando a las situaciones que se le presentan, modificando su organización estructural y funcional en virtud de las necesidades. Se puede optimizar el rendimiento intelectual a través del mejor uso de las redes neuronales existentes. La clave para que esto ocurra es la estimulación cognitiva.
Factores que favorecen la plasticidad cerebral
- Nivel de educación, es bueno por lo tanto estudiar a lo largo de toda la vida.
- Llevar un estilo de vida donde se mantenga una actividad física e intelectual permanente.
- Vivir en ambientes favorables, con baja carga de estrés.
- Ser flexible y adaptarse a lo cambios.
- Mantener un contacto social constante.
- Contar con una red familiar y/o social de apoyo, por lo que es bueno tener amistades y participar en actividades grupales.
- Realizar actividades recreativas y divertirse.
Ejercicios cognitivos
A continuación recomendamos una serie de actividades que se pueden realizar de manera personal, guiada o en grupo. Lo importante es recalcar que si quiere mejorar su memoria se someta a un entrenamiento continuado en el tiempo, con ejercicios sistemáticos, por ej. 1 y media horas diarias por 6 meses. Tales como:
- Juegos donde se buscan las diferencias.
- Escoja libros que le gusten sobre historias diversas, para ejercitar la lectura y puede también copiar sus partes favoritas para practicar la escritura, o haga resumen escrito sobre lo leído y ejercitará aún más procesos cognitivos.
- Elabore un listado de cinco números y leerlo en voz alta. Luego tapar los números y tratar de recordar el orden de la cifra.
- Juegue “memorice”, dominó, cartas o ajedrez.
- Arme rompecabezas.
- Realice juegos de laberintos y otros juegos de ingenio y acertijos.
- Juegue Sudoku.
- En el lapso de un minuto diga todas las verduras que comiencen con una determinada letra. Luego puede ir cambiando tema y las letras con las que empezar.
- Juegue “palabras encadenadas”: Diga una palabra, la segunda debe ser una palabra que empiece con la última letra de la palabra que dijo primero, y así sucesivamente. Por ej. Manzana – almacén – nance – elefante, etc.
Si le gusta la tecnología puede bajar aplicaciones en su celular para ejercitar su cognición.
