Una cancelación del TPS pone en riesgo a casi 300,000 niños estadounidenses

Si el gobierno de Donald Trump decide cancelar el Estatus de Protección Temporal (Temporary Protection Status, TPS) de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití, cerca de 300,000 niños y jóvenes estadounidenses podrían quedar sin el cuidado de sus padres al perder estos el amparo que los protege de ser deportados.

Se trata de ciudadanos de hogares mixtos cuyos padres, al perder los beneficios del programa, podrían quedar al borde de ser deportados de Estados Unidos si el gobierno cumple sus amenazas de poner fin al programa humanitario.

Informes del Centro para el Progreso Estadounidense (Center for American Progress, CAP) advierten que estos jóvenes y menores se enfrentarían a un panorama crítico, e incluso podrían quedar atrapados entre dos opciones dramáticas: “ser separados de sus padres o ser forzados a regresar a un país que para ellos es desconocido”.

La advertencia de Kelly

Las voces de alarma sobre el futuro inmediato de miles de indocumentados centroamericanos y caribeños con TPS se alzaron en mayo, cuatro meses después de la llegada de Trump a la Casa Blanca. El entonces secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), John Kelly, anunció en aquel tiempo que el gobierno otorgaba una última prórroga de seis meses al TPS de Haití, concedido en 2010 tras un terremoto que destruyó gran parte del país.

Luego que Kelly dejara el mando del DHS y asumiera como jefe de gabinete de la Casa Blanca, se reunió a puertas cerradas con el caucus hispano demócrata para hablar de inmigración y seguridad fronteriza. Al término del encuentro, el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, advirtió a Univision Noticias que Kelly había proporcionado “claras indicaciones” de que el TPS sería cancelado.

Beneficios del TPS

El TPS ampara de la deportación a indocumentados que no constituyen una amenaza para la seguridad nacional, además de concederles una autorización temporal de empleo. El amparo se otorga por razones humanitarias cuando Estados Unidos designa que una nación enfrenta conflictos extremos, desastres u otras situaciones críticas.

El TPS a El Salvador fue aprobado en 2001 tras los terremotos del 13 de enero y el 13 de febrero de ese año, mientras que la protección a Honduras y Nicaragua fue concedida tras el paso del huracán Mitch por Centroamérica a finales de octubre de 1998.

Los tres países con las mayores poblaciones de TPS en Estados Unidos son El Salvador, Honduras y Haití, con un total de más de 300,000 beneficiarios, indica el CAP. Los nicaragüenses protegidos bordean los 5,000, dice el gobierno de Managua.

Tomado de Univisión