Corea del Norte dispara un nuevo misil balístico

Agencias

Si cabía alguna esperanza de que Corea del Norte abriera paso a un diálogo sobre el alcance de su programa nuclear, este martes Pyongyang la fulminó con una nueva prueba balística.

El régimen de Kim Jong-un lanzó ayer un misil desde Sain Ni, en la parte oriental del país, que recorrió una distancia de cerca de mil kilómetros en dirección hacia el este hasta impactar en el Mar de Japón, en un lugar que Japón considera como parte de su Zona de Exclusión Económica.

Hasta este martes, habían pasado 74 días desde el último ensayo balístico de Corea del Norte, el periodo más largo en lo que va de año sin un test de este tipo, lo que abrió las especulaciones de que Pyongyang pudiera rebajar las tensiones con Estados Unidos, Corea del Sur y Japón y buscar una apertura de negociaciones.

El mes pasado, Joseph Yun, el representante especial del Departamento de Estado de EE.UU. sobre Corea del Norte, aseguró en un discurso en el Consejo de Relaciones Internacional que si Pyongyang permanecía sesenta días sin pruebas balísticas sería una señal positiva para el diálogo, algo que la realidad no ha confirmado.

El Departamento de Defensa aseguró en un comunicado que la prueba se realizó con un misil intercontinental (ICBM, en sus siglas en inglés), el tipo de artefactos con los que Corea del Norte podría atacar al territorio continental de EE.UU.

Una fuente del Pentágono dijo a CNN que el misil alcanzó una altura de 4.500 kilómetros en su trayectoria, superior al del último lanzamiento de un ICBM en julio, que llegó a los 3.700 kilómetros. Sin embargo, el comunicado aclaró que el lanzamiento en concreto «no supuso una amenaza para Norteamérica, nuestros territorios o nuestros aliados».

Seis minutos después del ensayo, Corea del Sur respondió con otra prueba balística, con el objetivo de demostrar su capacidad para atacar bases militares que su vecino del Norte utiliza para lanzar misiles.

Por su parte, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, reunió a su consejo nacional de seguridad tras conocer el lanzamiento del misil, que, al contrario que en anteriores pruebas, no sobrevoló territorio nipón.

Con esta son ya veinte las pruebas balísticas que ha ejecutado Pyongyang en lo que va de año, en una escalada militar que ha disparado la tensión en la región. En los últimos meses, el régimen de Kim Jong-un ha incrementado la importancia de estos test, sobre todo con los dos misiles que sobrevolaron la isla japonesa de Hokkaido en agosto y septiembre, un mes en el que también realizó un test nuclear subterráneo.