Agencias
La Armada argentina habría recogido ruidos que podrían ser llamadas de auxilio de los miembros de la tripulación del submarino ARA San Juan, perdido desde hace días e aguas del Atlántico Sur con 44 personas a bordo.
De acuerdo con información de un oficial de la Marina de EE.UU. al tanto de la búsqueda de la nave argentina desaparecida y que ha difundido la cadena norteamericana CNN, los sistemas de sonar de dos barcos habrían detectado lo que parecía el sonido de herramientas al ser golpeadas contra el casco de un submarino.
El citado mando estadounidense apuntó que las tripulaciones de los submarinos en situaciones de emergencia golpean el casco de la nave para alertar a los barcos que navegan por la zona de su localización.
La Armada del país sudamericano ha podido establecer el lugar de procedencia aproximado de los ruidos detectados por los dos barcos y se está concentrando ahora en su búsqueda en un área de 35 millas náuticas cuadradas (unos 120 kilómetros cuadrados), a más de 500 kilómetros de la costa de Argentina, según el oficial de la Marina de EE.UU.
El portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, confirmó poco después que se están investigando estos posibles sonidos. Inicialmente, explicó, fue escuchado por la corbeta Rosales, de la propia Armada argentina, «a través de su casco y en forma pasiva». Así mismo, fue escuchado por un destructor argentino que se acercó al lugar.
«Por eso se acudió a la aeronave P-8 de la armada estadounidense, que desplegó sonoboyas pasivas y llevó ese ruido a la base aeronaval Espora, y de allí fue trasladada a Puerto Belgrano donde se está procesando la información para determinar la firma acústica del mismo», explicó.
En cambio, desde la Armada argentina se ha informado de que las comunicaciones satelitales sobre las que había informado el Ministerio de Defensa «no eran del submarino» buscado, según se comprobó al hacer un «análisis detallado de todos las unidades que usan ese tipo de comunicación», informó el capitán de la Armada argentina Gabriel Galeazzi.
