Óptica La Joya: ‘Iniciamos con seis personas incluyendo personal de laboratorio’

Director de óptica La Joya, Francisco Granados | Foto El Metropolitano Digital por Carlos Martínez

Por Remberto Domínguez

Hace 125 la visión de un alemán emprendedor cimentó las bases de una de las empresas más prestigiosas del país en tema óptico y que se ha convertido en un referente histórico y generador de empleo.

En su haber Óptica La Joya ha atendido a cientos de salvadoreños, extranjeros y personalidades históricas como el nobel de Economía, John Nash y el beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

La innovación ha formado parte de la vida empresarial de Óptica La Joya y la calidad es una huella permanente en los caminos de esta empresa. En su catálogo ofrece lentes de reconocidas marcas como Adidas, Carolina Herrera, Converse, Chloé, Giorgio Armani, Gucci, Guess, Lacoste, Ray-ban, entre otros.

La historia

Hace más de un siglo el señor Ernesto Liebe trajo para El Salvador y Centroamérica joyas y relojes suizos de una casa comercial alemana. Fue así como en 1892 inició la joyería y relojería y tiempo después se convirtió en una óptica. La Ciudad Morena se convirtió en el lugar perfecto para que Liebe empujara su visión y logró una concesión en esa zona del país.

En 1910 Liebe trajo de Alemania a su sobrino, Ricardo Liebe Erdle, para que estudiara optometría, pero la Segunda Guerra mundial no le permitió concluir con sus estudios y se mantuvo en ese momento en el montaje de joyería y diamantes.

Sin embargo, Ricardo Liebe no desistió en estudiar optometría y se graduó en 1947, dándole más auge a la óptica. Introdujo novedades en esa época como el antirreflejante, máquinas semi automáticas y él fue el pionero en revolucionar la óptica en nuestro país.

«Óptica La Joya inició con seis personas incluyendo el personal de laboratorio, sin embargo en la actualidad somos unas 50 personas trabajado. Este número incluye a los colaboradores de las sucursales que existen en el país: Roosevelt, San Benito, Ciudad Merliot y Plaza Malta en Santa Elena», resaltó el director de Óptica La Joya, Francisco Granados.

Óptica La Joya se mantiene a la vanguardia con la evolución tecnológica y su personal se capacita constantemente para mantenerse al día con las tendencias en el rubro. Además, hay revistas dedicadas a la óptica que informan a este sector para suplir la demanda de sus clientes.

Según Granados, una de las claves para mantenerse vigentes en el mercado por más de un siglo son los buenos estándares de calidad; mismos que superan a países de primer mundo.

«Cumplimos los estándares no porque una ley lo exija, sino para darle un respaldo mejor a nuestros clientes y poder responder por lo que nosotros hacemos», detalló Granados.

Lo novedoso que Óptica La Joya le ofrece a sus clientes es la responsabilidad, es decir, cuando al usuario le hacen un diagnostico que puede resultar inapropiado para sus ojos, se le corrige el error hasta que el cliente quede cómodo con lo que ha adquirido.

Además la constancia y sacrificios forman parte de los secretos para mantenerse vigente. Granados recordó que durante el conflicto armado en el país (1980-1992) la óptica se mantuvo firme, en pie y siempre atendiendo a sus clientes pese a las dificultades.

«En la segunda planta de la sucursal Roosevelt estaba la embajada de Francia y fue tomada por un mes, sin embargo, a pesar de eso no cerramos. Nuestros clientes entraban por la puerta de emergencia y nunca dejaron de venir «, recordó.

La primera sucursal de Óptica La Joya en el centro de San Salvador | Foto de cortesía

La calidad e innovación

La materia prima con la que se fabrican actualmente los lentes en Óptica La Joya es importada principalmente de países europeos como Francia, Alemania e Italia, aunque también proviene de otras partes del mundo como Australia, Japón y Estados Unidos.

La calidad del producto es tal que han atendido clientes de países como Cuba y de toda la región Centroamericana.

«También, tenemos nuestra plataforma digital y algunos de nuestros compatriotas que se encuentran fuera del país, lo ven, y cuando vienen a visitar a sus familiares lo primero que hacen es el chequeo en Óptica La Joya».

A la óptica han llegado personalidades importantes hacer compras desde el premio Nobel de economía John Nash, hasta el beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero. «Nash llegó al negocio porque estaba casado con una salvadoreña quien fue quien lo trajo a este lugar, ya que ella era quien necesitaba de nuestros servicios» aseguró el optometrista Granados.

Las proyecciones de Óptica La Joya, es abrir una sucursal en San Miguel y otra en Santa Ana.