Lula se entrega finalmente a la policía para su ingreso en prisión

Agencias

El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva se ha entregado finalmente a la policía, tras permanecer durante más de dos días atrincherado en la sede de un sindicato en Sao Paulo. Lula cumple así con el plazo dado por el juez federal Sergio Moro para su ingreso en prisión tras ser condenado por corrupción.

Lula, sin embargo, insiste en su inocencia. «Voy a atender el mandato de ellos. Y voy a atenderlo porque quiero mostrarles lo que es responsabilidad y para poder probar mi inocencia», dijo Lula, que permanecía desde el jueves acuartelado en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, donde inició su carrera sindical y política.

«No estoy por encima de la Justicia. Si no aceptase la justicia no habría creado un partido político sino promovido una revolución. Creo en la Justicia, pero en una Justicia justa, con un proceso basado en pruebas concretas», insistió.

«Voy a atender el mandato para que no digan mañana que soy un prófugo y que me estoy escondiendo. Voy para que sepan que no tengo miedo y que voy a probar mi inocencia», afirmó ante cientos de simpatizantes y miembros del Partido de los Trabajadores que se habían reunido ante el edificio para mostrarle su apoyo. «Lo hago porque sé que la historia va a probar que quien cometió un crimen fue el comisario que me acusó, el fiscal que fue injusto conmigo y el juez que me condenó», afirmó.

El expresidente ha recibido un auténtico baño de masas: sus partidarios le han paseado a hombros frente al sindicato, donde también ha recibido la visita de su sucesora, Dilma Rousseff.

Frente a ellos, ha pronunciado un emotivo discurso en el que ha asegurado que se presenta ante la justicia para evitar que su situación jurídica se complique, ya que el juez puede dictar una orden de arresto preventivo por obstrucción a la justicia.

«Cuantos más días me dejen en la prisión, más Lulas van a nacer en este país. Ellos van a darse cuenta que el problema de este país no es Lula. De nada les sirve impedirme andar por este país porque habrá millones de lulas andando», aseguró.

El expresidente ha afirmado que su único crimen fue haber luchado para reducir la pobreza en Brasil, para ofrecerle universidad a los jóvenes pobres y para mejorar la condición de vida de los brasileños, lo que, en su opinión, los ricos no le perdonan. «Y si es por ese crimen que me condenaron, les digo que voy a seguir siendo un criminal porque vamos a hacer mucho más por este país», dijo.

Afirmó que «el sueño de consumo» de sus perseguidores es poder publicar en la prensa la fotografía en que aparecerá preso y advirtió que no le perdonará a sus perseguidores haber transmitido a la sociedad la idea de que es un ladrón y haber permitido que sus detractores llamen ladrones a los miembros del PT y que protesten mostrando muñecos que lo representan vistiendo la ropa de presidiario.

«Pero ninguno de ellos duerme con la conciencia tan tranquila como yo duermo», dijo.