Agencias
La Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural a través de la Dirección de Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) dio a conocer —el pasado 19 de junio— el reconocimiento y declaratoria como Bien Cultural del monumento El Mausoleo, que conmemora a las víctimas de la Masacre de Sisiguayo, cantón de Jiquilisco, Usulután, ocurrida el 2 de mayo de 1982.
La declaratoria —publicada en el Diario Oficial el 14 de mayo de 2018— fue anunciada por las antropólogas Astrid Francia y Johana Marroquín, de la dirección de PCI, a miembros de la Asociación de Desarrollo Comunitaria de Sisiguayo y a Magaly Urrutia, representante del Centro de Promoción de Derechos Humanos Madeleine Lagadec, que aportó documentos y testimonios sobre la masacre contra la población civil no combatiente.
La noticia fue recibida con alegría entre los miembros de la asociación, entre ellos don Tomás Rodríguez, quién recordó que “el espíritu del Mausoleo es dignificar a las víctimas y a sus familias”, mientras que Felipe Maravilla dijo que “la verdadera guerra la sufrió la gente de más de 80 años y los niños que no podían andar con un fusil”.
Y es que según relatos de sobrevivientes, el 2 de mayo de 1982, efectivos de la Policía Nacional y del Ejército irrumpieron en el cantón Salinas de Sisiguayo y asesinaron dentro de sus casas a doce miembros de las familias Melgar, Hernández y Saravia; siete personas más fueron ejecutadas en otros puntos del cantón. En la masacre perecieron en total diecinueve personas, entre niños, mujeres en estado de embarazo y ancianos. Añaden que algunas de las víctimas también fueron golpeadas, torturadas y violadas.
