El fenómeno 13 Reasons Why llegó para quedarse. La serie de Brian Yorkey estrenada el año pasado en Netflix se convirtió en una adaptación fidedigna de la novela de Jay Asher. La historia ponía el foco en Hannah Baker (Katherine Langford), una joven que se suicidaba dejando atrás trece cassettes dirigidos a cada una de las personas que, en mayor y menor medida, la condujeron a tomar la decisión de quitarse la vida. La serie abordó el bullying, el abuso sexual y la depresión con escenas gráficas que fueron cuestionadas.
Por lo tanto, cuando se estrenó la segunda temporada el 18 de mayo, el primer episodio abrió con un clip (disclaimer) en el que los protagonistas advertían sobre el contenido de la serie, enfocando con mayor responsabilidad hechos sumamente delicados. Por otro lado, la plataforma de streaming concibió un espacio de consulta y auxilio para quienes estén atravesando situaciones de depresión, bullying, abuso y adicción a las drogas: 13reasonswhy.info.
La segunda temporada fue duramente recibida por la crítica, quienes la calificaron de un notorio retroceso que no solo no aportó nada nuevo a la trama – todo en ella resultó forzado – sino que además utilizó al personaje de Hannah de un modo casi irrisorio: como el fantasma que se le aparece al atribulado Clay Jensen (Dylan Minnette). De todas formas, independientemente de la valoración de los críticos, 13 Reasons Why sigue manteniendo cautiva a la audiencia, lo cual explica la noticia que dio a conocer Netflix: la serie volverá el año próximo con una tercera temporada.
El drama comenzará a filmarse a fin de año – ya sin la presencia de Langford – y Yorkey, Joy Gorman, Mandy Teefey, Kristel Laiblin, Tom McCarthy, Selena Gomez y Steve Golin volverán como productores. El anuncio estuvo acompañado de un video en el que no se adelanta mucho sobre la dirección que tomará la serie en este discutido regreso.
TOMADO DE LA NACIÓN
