Ministerio de Cultura mostró los recientes hallazgos en San Andrés

El Metropolitano Digital

El Ministerio de Cultura presentó los nuevos descubrimientos en el Parque Arqueológico San Andrés, realizados en el marco del proyecto de investigación que dirige el Dr. Akira Ichikawa, profesor adjunto del Instituto de Estudios Avanzados de la  Universidad de Nagoya, Japón; bajo la supervisión de la Dirección de Arqueología.

 Se trata de dos etapas constructivas y una ofrenda encontrada al pie de La Campana donde se colocaron siete lajas en posición vertical formando un círculo, dentro del cual habían dos vasijas: un vaso y  un cuenco que lo tapaba. La  ofrenda estaba cubierta por cuatro lajas.

 “Al realizar el análisis de la ofrenda, se determinó que el vaso tenía en su interior una tapadera de barro,  debajo de la cual,  se encontraron dos jades muy pulidos; uno está decorado con dos cabezas de serpiente en sentido opuesto con sus fauces abiertas y la lengua bífida. También se encontró una concha de la especie Spondylus, un fragmento de pigmento y huesos de animales, los cuales no se han podido identificar debido a que están muy fragmentados. En cuanto al cuenco, pudo identificarse para el grupo Copador, que es muy característico del periodo Clásico tardío (650-900 d.C.)”, explicó Ichikawa.

“El Dr. Ichikawa ha realizado un hallazgo más que interesante, es lo que conocemos en arqueología como un escondrijo, una ofrenda dedicada a una de las etapas de construcción de La Campana del período Clásico tardío, es decir entre el 600 – 900 d.C., esto demuestra que los sitios arqueológicos que pertenecen al Estado y los que no pertenecen,  guardan información importantísima para conocer nuestro pasado prehispánico, en este caso podemos ver cómo las élites gobernantes de San Andrés ofrecían artefactos al momento de construcción de sus estructuras”, dijo el director de Investigaciones de la Dirección de Arqueología, Julio Alvarado.

Sobre las etapas constructivas, el arqueólogo japonés detalló que en la primera etapa se descubrieron 14 gradas de una escalinata de aproximadamente 15 metros de ancho y  6 metros de alto, construidas con piedras de formas irregulares y tamaños diferentes, las cuales fueron unidas con mortero de tierra. Por el momento, se ha podido determinar que la estructura se ubica cronológicamente entre el 400/450 – 650 d.C.

En la segunda etapa –donde estaba la ofrenda- se encontró un sistema constructivo combinado “de un núcleo de adobes con repello de argamasa”; y solo se encontró el primer cuerpo que está decorado por una cornisa, y en la parte de abajo hay una banqueta que es parte de la decoración de esta etapa constructiva. Dicha estructura  podría haber sido construida después del año 650 d. C., ya que se ubica estratigráficamente, sobre la capa de ceniza volcánica de la erupción de Loma Caldera, la cual cubrió Joya de Cerén.

La Campana es la estructura más grande del sitio, posee una plataforma de 80 por 90 metros en los lados y 7 metros de alto, sobre la cual hay una pirámide de 13 metros de alto y 40 metros de diámetro. Tiene en total 20 metros de altura.

 Se estima que La Campana pudo haberse construido luego de la erupción del Ilopango (535 d. C.). Esta hipótesis surge  de la investigación hecha al interior  de la estructura, donde se excavó un pozo de prospección en el que se observan estratos de ceniza y tierra blanca, que podrían ser de ese evento volcánico.

Los trabajos de investigación se realizan en el marco  del  Proyecto Arqueológico San Andrés y Cara Sucia, que este 2018 cumple su cuarto año y es financiado gracias a la Sociedad Japonesa para la Promoción de Ciencia y la Fundación de Mitsubishi.