Presidente Sánchez Cerén pide que se canonice a padre Cosme Spessotto

El Metropolitano Digital

El Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, se unió hoy a la feligresía católica de San Juan Nonualco en la solemne misa de conmemoración del 38 aniversario del martirio de Fray Cosme Spessotto, sacerdote y párroco de dicho municipio, desde el 8 de octubre de 1953 hasta su asesinato.

En la eucaristía, el mandatario, en un signo de desagravio, expresó su petición de perdón por este hecho y reiteró su compromiso porque sucesos de esta naturaleza no afecten en el futuro a familias salvadoreñas o a la Iglesia católica.

“En nombre del Estado salvadoreño pedimos perdón por todas las acciones cometidas en el pasado y que violentaron los derechos humanos”, dijo el Presidente.

Aseguró que la invitación de Fray Cosme fue siempre a rechazar la confrontación y fomentar la reconciliación.

“Su mensaje de amor y perdón debe quedar en los corazones de todos los salvadoreños y salvadoreñas”, expresó.

El sábado 14 de junio de 1980, mientras oraba antes de oficiar la Santa Misa, fue abatido a balazos por un cuerpo de seguridad, frente al altar mayor de su iglesia parroquial.

El Presidente Sánchez Cerén dijo que su gobierno, como representante del Estado salvadoreño, tiene el compromiso de asegurar que ninguno de los actos que ocasionaron dolor y sangre a la iglesia y a la sociedad se repitan.

Manifestó además que su martirio es una enseñanza y hace un llamado a avanzar en los programas destinados a los más necesitados, a luchar por la dignidad del pueblo, hacer realidad los beneficios sociales y enfrentar con valentía los retos que El Salvador tiene actualmente.

Explicó que la Iglesia católica  ha reconocido a Fray Cosme como un Siervo de Dios e iniciado el proceso para su beatificación y canonización.

“Como Presidente de la República, me uno a esta petición de la Iglesia católica, hacemos votos por la pronta canonización del padre Cosme Spessotto, pastor y mártir del pueblo salvadoreño”, expresó el jefe de Estado.

Fray Cosme llegó a El Salvador el  4 de abril de 1950 y le fue asignada la Parroquia de San Pedro Nonualco, ubicada en el departamento de La Paz. En su instancia como párroco logró la simpatía, cariño y respeto de los lugareños y al cabo de un tiempo fue transferido a la iglesia de San Juan Nonualco.

Como líder eclesiástico denunció constantemente las injusticias que se cometían durante el conflicto armado que sufrió el país, y ayudó sin descanso a las familias más pobres, víctimas de la guerra, a reconstruir sus vidas en ese contexto bélico.