Agencias
Las vacaciones no necesariamente tienen que ser sinónimo de aumento de peso y de comidas desordenadas. Es posible divertirse, descansar y a la vez, conservar una buena nutrición. Estos son algunos tips que te pueden resultar útiles para lograr este objetivo.
- El mayor error que cometen las madres durante las vacaciones es llevar con mayor frecuencia a sus hijos a restaurantes de comida rápida. Un consejo práctico es tratar que la mayoría de las comidas sean en la casa y salir de vez en cuando a comer fuera.
- Evita el consumo seguido de salsas, sobre todo aquellas blancas como la mayonesa o las cremas de leche que son las que más grasa tienen.
- Evita las frituras, prefiere comida horneada, cocida o asada.
- Ya que los pequeños están en la casa, resulta muy útil invitarlos a hacer el mercado para que participen en la escogencia y compra de las frutas y verduras que ellos quieran y que ellos mismos elijan alimentos nutritivos como quesos, cereales y frutos secos.
- Procura cocinar con tus niños, este es un gran plan para que ellos coman lo que han preparado. Pueden hacer juntos una ensalada de verduras o de frutas, por ejemplo, o cocinar el desayuno en compañía, se creará un momento grato y divertido para todos.
- Evita las gaseosas, prefiere el agua o los jugos naturales sin azúcar.
- Si viajan, puedes llevar contigo alimentos como barras de cereal, galletas integrales, nueces o frutos secos para que tu hijo ‘pique’ cuando tenga hambre.
- Guarda en la alacena de la casa productos nutritivos. Lo que no se compra no se come, así de sencillo.
- Jamás te saltes el desayuno. La primera comida del día es definitiva. Vayan a donde vayan deben realizarla y procura que tenga proteína y carbohidratos, así estarán bien alimentados y tendrán energía para todo el día.
- Coman en familia. Estar todos juntos ayuda a conservar horarios y sentarse a la mesa hace que se coma menos entre comidas.