Croacia y el subcampeonato más celebrado

Agencias

El cuento de hadas croata no tuvo un final feliz y para muchos fue del todo inmerecido. Pero la decepción tras el pitido final dejó paso rápidamente a una sensación colectiva de orgullo en el país balcánico. Llegar a la final de un Mundial se ha vivido como una hazaña descomunal, que quedará para siempre grabada para el recuerdo, y por ello Croacia celebró su derrota por todo lo alto.

 “Probablemente ha sido el día más importante y de mayor orgullo para el país desde que se logró la independencia. Muchos empresarios estaban dispuestos a dar fiesta a sus trabajadores este lunes si se lograba la Copa del Mundo” comenta Bruno Measki, recepcionista del hotel Ora en Split, la segunda ciudad más grande del país tras Zagreb.

En su famoso paseo Riva, donde no cabía ni una aguja y donde había una pantalla de televisión cada 5 metros, se pudo ver a seguidores del Hajduk Split y del Dinamo Zagreb animándose unos a otros durante el partido. El resto del año ambas aficiones se odian de forma furibunda, pero la selección les ha hermanado durante el último mes.

Los jugadores croatas serán recibidos como auténticos héroes por sus compatriotas. “Mi smo prvaci” (“Somos los campeones”) titularon varios periódicos como previa de la final. El espíritu combativo de la selección de Zlatko Dalic ha maravillado a sus compatriotas.
Algunos estudios señalan que antes del Mundial de 1998 solo un 5% de la población del planeta sabía situar Croacia en el mapa (se había independizado 6 años antes) y que tras la gran actuación del equipo comandado por Suker, Boban, Jarni y Prosinecki ese porcentaje subió rápidamente al 15%. Hoy Croacia ya está en boca de muchísima más gente gracias a un campeonato del mundo brillante. Habrá que estar pendiente del próximo análisis de conocimiento del pequeño país.