Nahir Galarza fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de su supuesto novio

Agencias

Después de un proceso judicial de casi un mes en los tribunales de Gualeguaychú, Entre Ríos, la joven Nahir Galarza fue condenada a prisión perpetua por el crimen de su supuesto novio Fernando Pastorizzo (20 años), ocurrido el 29 de diciembre pasado en esa localidad argentina.

La condena, histórica en el país por tratarse de alguien de tan corta edad -19 años-, fue resuelta por los jueces Mauricio Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Vivian.

Los primeros en ingresar a tribunales esta mañana fueron los integrantes de la familia Pastorizzo (su padre, Gustavo, y su madre, Silvia Mantegazza). La Policía dispuso en la entrada trasera del recinto un dispositivo de seguridad con vallas y efectivos para que ingrese Nahir, aunque su abogado, Horacio Dargainz, le aconsejó no participar de la lectura del veredicto por cuestiones de seguridad. Finalmente, ni ella ni sus padres acudieron a ese momento crucial.

El tribunal judicial sentenció a la joven por homicidio agravado por el vínculo.

El juzgado consideró por unanimidad a Galarza “autora penalmente responsable del delito de homicidio calificado por ser una persona con la que mantenía una relación de pareja” desde hace cuatro años, pese a que ella había alegado que su vínculo era “ocasional”.

Además, prorrogó la prisión preventiva de la joven hasta que la sentencia quede firme.
En la lectura de la sentencia, el tribunal consideró acreditado que el pasado 29 de diciembre la acusada utilizó un arma de fuego reglamentaria -supuestamente de su padre policía- para “menoscabar” la vida de Pastorizzo.

Galarza primero le disparó por la espalda “a quemarropa” mientras viajaban en una moto y, después, cuando el joven ya estaba “mortalmente herido” en el suelo, volvió a disparar contra él.
“Ambos disparos en modo alguno fueron accidentales o involuntarios”, sino “intencionados”, por lo que, para el tribunal, queda “destruida” la hipótesis de la defensa, que sostuvo que los disparos se produjeron accidentalmente.

Asimismo, la sentencia considera que no pudo acreditarse que Galarza hubiera sido víctima de violencia de género, como alegaba su defensa, por lo que “no se advierte elemento alguno que pretenda inferir que la pena no guarde proporcionalidad”, señaló el tribunal.

La joven lleva en prisión preventiva desde comienzos de enero, después de que confesara haber matado a Pastorizzo con el arma de su padre.