Agencias
La Juventus se ha impuesto a la Lazio en la segunda jornada de la Serie A (2-0). Era la presentación de Cristiano Ronaldo delante de su afición, y se ha notado en el entusiasmo del jugador portugués, siempre intentando agradar -se le vio presionando en varias ocasiones en la fase defensiva-, aunque, como ocurriera en el primer encuentro frente al Chievo Verona, desafortunado en el remate.
En esta ocasión Massimilliano Allegri le ubicó desde el principio a Mandzukic para que hiciera el trabajo sucio.
Aunque la Juventus se situaba en un 4-3-3 en el que el portugués arrancaba como extremo izquierdo, el ex del Real Madrid intercambiaba posiciones constantemente con el croata, que defendía la banda y dejaba al ex del Real Madrid quedar descolgado para ahorrar esfuerzos.
Aunque la Juventus se adelantó mediado el primer tiempo gracias a un fabuloso remate de Miralem Pjanic tras cazar un rebote, el portugués pasó bastante desapercibido en la primera mitad. Sólo un remate, al filo del entretiempo, sin demasiado peligro para Strakosha. En la segunda mitad sí se dejó ver con más continuidad, como ya ocurriera frente al Chievo Verona en la primera jornada.
Nada más empezar el segundo acto hizo una buena jugada que Mandzukic no pudo rematar en boca de gol. En el minuto 62, provocó una falta que estrelló contra la barrera, e inmediatamente después cabeceó arriba un córner.
En el minuto 70 llegó su mejor acción del partido, cuando se sacó una maravilla de remate desde la frontal del área que sacó bien Strakosha. En el minuto 74 fue cuando estuvo más cerca de estrenarse como juventino, después de no poder rematar en boca de gol y a puerta vacía un centro de Cancelo. Strakosha desvió el cuero y el remate del luso pegó en su propio tacón, siendo Mandzukic el que pusiera el 2-0 ante la lamentación -entre risas- del delantero portugués.