Por Tulio Galdámez
Cientos de salvadoreños de diferentes edades disfrutaron una noche cargada de espectáculo y de lo mejor de Marc Anthony, quien los puso a bailar con su buen ritmo por más de una hora y media en el estadio Jorge Mágico González. Todos gritaban, coreaban y bailaban solos o acompañados cada una de las canciones del salsero; el estadio se convirtió en toda una pista de baile.
🎶 Y ahora no puedes vivir, sola, sin mi 🎶 @MarcAnthony #ElSalvador @TwoShows pic.twitter.com/eAEBkezxOG
— El Metropolitano (@ElMetroDigital) August 12, 2018
Fue una noche que “valió la pena” para los amantes de la salsa y fue justo con esa canción que Marc Anthony abrió su presentación, luego de la participación de Salsalvador All Stars como teloneros del cantante; todos gritaron cuando Marc apareció en el escenario y a una sola voz corearon “valió la pena”. Con esta interpretación los asistentes entraron en calor y las sillas del sector platinum estuvieron de más porque todos se pusieron a bailar.
Canciones como “Flor Pálida”, “Y cómo es él”, “Abrázame muy fuerte”, fueron interpretadas por el neuyorkino, quien interactuó con el público en todo momento y les hacía espacio para que corearan algunas de sus canciones. En su repertorio tampoco se podían quedar canciones como “Que precio tiene el cielo”, “Te Conozco bien” “y tu amor me hace bien”, las cuales fueron interpretadas mientras los minutos avanzaban a velocidad de movimientos salseros.
Salvadoreños disfrutan del concierto de @MarcAnthony 🎶🎤 @TwoShows pic.twitter.com/e53Z74o34e
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El tiempo transcurría, el cuerpo de los asistentes parecía no presentar ningún desgaste, al contrario bailaban con los mismos ánimos o quizás más de cuando sonó la primera canción. La noche se les hizo corta, el final que nadie quería que llegara tuvo que ser, pero que mejor manera de despedir la noche y agradecer al público su asistencia que cantando, bailando y disfrutando “Vivir mi vida”. Con esta canción Marc Anthony se despidió de los salvadoreños en una noche que en verdad “Valió la pena” y donde todos los asistentes terminaron olvidando sus penas al ritmo de “Vivir mi vida”.
