Agencias
Ganó el Real Madrid al Viktoria Pilsen en la Champions (2-1) y salvó el match ball Lopetegui. Pero ni con la victoria tiene garantizada la continuidad el técnico vasco, pues la imagen del conjunto blanco no fue nada buena, logró una victoria agónica ante un rival menor. Y el domingo espera el Barça en el Camp Nou.
Con todas las miradas puestas en Lopetegui, el técnico del Real Madrid sentó a Asensio y Varane y sorprendió apostando por Lucas Vázquez en el lateral derecho. En ataque, Isco acompañó a Bale y Benzema. Con ese esquema, el Madrid recibió en el Bernabéu al Viktoria Pilsen, el rival más apropiado para suavizar su crisis de resultados al ser la cenicienta del grupo. Pronto los checos se encerraron atrás para entregar el balón al conjunto blanco, que se lanzó al ataque y a los cinco minutos Sergio Ramos cabeceó al palo.
El gol llegó poco después, en el 10, con un testarazo de Benzema a centro de Lucas. El Madrid continuó mandando y creando ocasiones, pero sin llegar a materializar ninguna.
Las más claras fueron para Isco y Benzema, además de un claro penalti a Lucas que el árbitro no pitó. El dominio blanco fue abrumador, pero Keylor Navas también tuvo que intervenir en alguna contra del Viktoria Pilsen y, justo antes del descanso, Hrosovsky perdonó el empate al mandar a las nubes un balón que solo tenía que empujar a la red.
Esa clara ocasión checa y el ajustado resultado provocaron pitos en el Bernabéu. En la segunda mitad, el Viktoria empezó creando peligro y los pitos regresaron a la grada. Lopetegui no tardó en dar entrada a Fede Valverde por Isco y, tras el cambio, Marcelo firmó el segundo del Madrid, que dio tranquilidad al Bernabéu. Fede inició la jugada y Bale asistió de tacón al brasileño, que picó el balón por encima del portero.
El partido parecía muerto, pero Hrosovsky redujo distancias en el minuto 78 y dio emoción a un final en el que Marcelo se retiró lesionado. La victoria relaja la presión sobre Lopetegui, pero no la disipa del todo.
