Agencias
Al menos 50 personas murieron y otras 72 resultaron heridas este martes por un atentado suicida en un salón de bodas del norte de Kabul, donde se celebraba una reunión de académicos islámicos para conmemorar el aniversario del nacimiento de Mahoma.
El atentado ocurrió sobre las 18.00 hora local (13.30 GMT) y fue perpetrado por un insurgente que se inmoló, explica el portavoz de la Policía capitalina, Basir Mujahid.
Las víctimas son «hombres y civiles». Este martes es festivo en Afganistán, donde restaurantes y otros centros de recreo se encuentran repletos para conmemorar la festividad por el nacimiento del profeta. El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó el atentado perpetrado por «los terroristas enemigos del islam» y lo calificó como «un crimen imperdonable», según un comunicado.
«Es un crimen contra el islam y la humanidad (…), los terroristas han actuado en contra de las enseñanzas del profeta», concluyó Ghani. Ningún grupo insurgente ha reivindicado todavía la autoría del ataque. El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, negó a través de un comunicado la autoría del atentado y aseguró que «el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) condena de manera enérgica los ataques contra reuniones de civiles y religiosos», por lo que calificó la acción de «planes malignos del enemigo».
Este año Kabul ha sido escenario de múltiples atentados, el último de ellos de envergadura la semana pasada cerca de una concentración de protesta de cientos de miembros de la minoría chií hazara, que dejó al menos tres muertos y ocho heridos.
El atentado más grave fue en enero, cuando los talibanes hicieron estallar una ambulancia bomba cerca del antiguo Ministerio de Interior, donde aún operan algunas dependencias oficiales, que causó más de un centenar de muertos. El ataque suicida de hoy se produce después de que la semana pasada se reunieran en Catar representantes talibanes y de Estados Unidos para tratar de negociar un acuerdo de paz para poner fin a 17 años de conflicto afgano.