5 tips para cuidar tu alimentación y evitar subir de peso en Navidad

Agencias

La temporada navideña es para celebrar, compartir, reflexionar y, por supuesto, también para comer.

Para saber cómo disfrutar de todos los sabores que ofrece esta temporada, sin descuidar la salud (y la línea),  te hacemos algunas recomendaciones.

“Se debe tener mucho cuidado, porque es frecuente subir 1 o 2 kilos durante esta temporada y después no se hace nada por eliminarlos. Durante el año siguiente quizá no aumenten más de peso, pero al fin de año vuelve a suceder lo mismo y es así como vamos acumulando exceso de grasa a lo largo de la vida”.

 Se puede disfrutar de todo sin lamentarlo después, siguiendo algunas recomendaciones:

1. Evita repetir el platillo.

 La moderación es vital. Se deben servir porciones pequeñas o medianas y, por supuesto, no dar una segunda vuelta.

 En lo posible, trata de balancear la alimentación y de evitar los hidratos de carbono en exceso; por ejemplo, si el menú incluye pasta, entonces ya no comas el pan o el postre.

 2. Trata de ser selectivo.

 Si el menú consiste en platillos altos en calorías, puedes probar un poquito de cada uno (raciones más pequeñas), o bien elegir los que más te gustan, pero omite el postre.

 3. Comienza con ensalada.

 Comenzar con un plato de verduras ten brinda fibra que ayuda a saciar un poco el hambre, dejando menos «espacio» para los platillos que “engordan” más.

 4. Antes de ir a una cena toma una pequeña colación.

 Una fruta, un jugo de tomate o una barrita de cereal te ayuda a controlar el hambre. De esta manera podrás evitar las botanas, que por lo general incorporan muchas calorías y sodio, este último responsable de la retención de líquidos.

 5. Come despacio.

 El cerebro tarda alrededor de 20 minutos en recibir la señal del estómago de que está satisfecho, así que este hábito evitará que comas de más.

 También puedes complementar estos cuidados con la práctica de ejercicio para quemar las calorías que tu cuerpo no necesita.

No olvides que la nutrición es la base de la salud, porque ayuda a la prevención de muchas enfermedades, tanto gastrointestinales como cardiovasculares. Además, contribuye a la longevidad; es decir, si llevas una buena alimentación podrás vivir en mejores condiciones y por más años.