Dembélé ya es indiscutible

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MSN

Ha arrollado a Philippe Coutinho. Ousmane Dembélé acaba el año 2018 consagrado como el jugador más en forma del Barcelona, siempre al margen de Leo Messi, que finalmente ha dado con la tecla para conectar al francés después de que Ernesto Valverde resolviera usar la mano izquierda de las caricias antes que la derecha, la de los palos, que no había resuelto nada semanas antes. Tras varios -e infructuosos- toques públicos de atención de los pesos pesados del vestuario Dembélé ha reaccionado cuando ha recibido cariño.

Arropado como nunca el delantero vive el mejor momento desde que llegó al Barcelona hace año y medio. Ha marcado 5 goles y repartido 4 asistencias en los últimos 7 partidos. Son números, ahora sí, de crack. El francés está respondiendo y se ha apoderado del sitio que se disputa con Coutinho para acompañar a Luis Suárez y Messi después de que el brasileño haya ido perdiendo peso en el once en la misma medida que Dembélé lo ganaba. Con confianza es prácticamente imparable, gracias a un cambio de ritmo endiablado y la imprevisibilidad que le da ser ambidiextro, no en vano de los 10 goles que ha marcado esta temporada, ha marcado 5 con cada pierna.

Ante el Celta inauguró el marcador tras rematar un mal rechace de Rubén Blanco, que no respondió bien al disparo de Messi culminando un centro de Jordi Alba desde la izquierda. Esta vez ni recortó ni amagó sino que fusiló sin pensárselo para establecer el 1 a 0. El primero en felicitarle fue el rosarino, el jugador a quien más busco Dembélé. Nadie le dio más balones que el francés mientras coincidieron en el campo, más consciente que nunca de donde se ha metido, un vestuario en el que nadie puede discutirle el reinado al mejor de los mejores, por lo que ha hecho durante la última década en azulgrana y por lo que sigue haciendo cada tres días.

Sin embargo Dembélé ya da muestras de entender de qué va la cosa. El propio Messi se encargaría de demostrar su dominio absoluto del juego con un desmarque marca de la casa con el que transformó el 2 a 0 después de materializar otro centro de Alba desde el carril izquierdo al filo del descanso. El francés cumplió en el segundo tiempo y se marchó rodeado de una sonora ovación cuando abandonó el terreno de juego para dar paso a Coutinho, indiscutible hasta hace un mes. Pero desde que Dembélé se ha conectado ha acabado el debate a la hora de completar el tridente. O Coutinho se pone las pilas o aprende a hacer de centrocampista porque en ataque la cosa se le pone peliaguda visto el momento de Dembélé.