¡Sí, acepto! Una barrera más que se rompe

Fotos cortesía Fundación Red de Sobrevivientes y Personas con Discapacidad

Por Liset Orellana

Los primeros en dar el ¡Sí, acepto! en la boda colectiva de fin de año que realizó este miércoles la alcaldía de San Salvador, fueron Hosni de 34 años y Flor de María de 33 años.

Más que unir sus vidas para siempre, esta pareja rompió una de las barreras que existen en la sociedad y abrió la brecha para que otras personas con discapacidad puedan hacer lo mismo con ayuda y asesoría.

Ellos se conocieron hace cinco años en el Hogar de parálisis cerebral y se enamoraron. Hosni tiene Parálisis Cerebral y Flor de María discapacidad Intelectual. Decidieron formar un hogar pero cinco abogados distintos se negaron a casarlos ‘por su condición’.

“Yo me enamoré de ella, fuimos cinco años novio y teníamos un año y medio de estar buscando que algún abogado nos casara, pero nos decían que por ser con discapacidad no podíamos casarnos”, dijo Hosni, quien entonces decidió buscar la ayuda de la Fundación Red de Sobrevivientes y Personas con Discapacidad que vieron su caso de forma inmediata.

La Fundación se amparó en la Convención sobre de los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo en el Artículo 12  “Igual reconocimiento como persona ante la Ley”.

Además el artículo 23 de la Convención cita lo siguiente:

“Respeto del hogar y de la familia”

1.Los Estados Partes tomarán medidas efectivas y pertinentes para poner fin a la discriminación contra las personas con discapacidad en todas las cuestiones relacionadas con el matrimonio, la familia, la paternidad y las relaciones personales, y lograr que las personas con discapacidad estén en igualdad de condiciones con las demás, a fin de asegurar que:
a)Se reconozca el derecho de todas las personas con discapacidad en edad de contraer matrimonio, a casarse y fundar una familia sobre la base del consentimiento libre y pleno de los futuros cónyuges;
b) Se respete el derecho de las personas con discapacidad a decidir libremente y de manera responsable el número de hijos que quieren tener y el tiempo que debe transcurrir entre un nacimiento y otro, y a tener acceso a información, educación sobre reproducción y planificación familiar apropiados para su edad, y se ofrezcan los medios necesarios que les permitan ejercer esos derechos.

En este caso, la alcaldía de San Salvador también armonizó con la Convención y tras el estudio respectivo se determinó que Hosni y Flor de María podían casarse sin ninguna limitación.

‘En el país hay mucho desconocimiento del tema de la discapacidad, hay muchos estigmas hacia las personas con discapacidad y nosotros de acuerdo a la visión de inclusión del señor alcalde estuvimos abiertos a escuchar el caso. Verificamos por medio de psicólogos que ellos pueden expresar su consentimiento y saben perfectamente el concepto de familia’, dijo Georgina Portillo, Subgerente de Registro y Servicio a los ciudadanos de la alcaldía de San Salvador.

Hosni y Flor de María celebraron su unión junto a su pequeña hija y familia más cercana. Vencida esta barrera, falta derribar una más dijo Hosni, quien anhela encontrar un trabajo fijo el próximo año.