México: el huracán Delta se debilitó ligeramente a ciclón de categoría 3

El huracán Delta, que azota las costas de México y por el que se evacuó Cancún y localidades lindantes, hoy se debilitó ligeramente a ciclón de categoría 3, aunque seguía siendo peligroso con vientos de 185 km/h y se mantiene el alerta roja. Se esperaba que tocara tierra durante la mañana al sur del balneario de Cancún para después dirigirse a la costa de Estados Unidos esta misma semana.

La tormenta Delta se debilitó ligeramente mientras se movía cerca de los centros turísticos de México en la Península de Yucatán, dijeron meteorólogos estadounidenses. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) indicó en su último reporte que Delta se encontraba a unos 130 kilómetros al sureste de Cozumel, en México, y presentaba vientos máximos sostenidos de 195 kilómetros por hora.

Toda esa área, desde Tulum hasta Cancún, está formada por localidades totalmente dependientes del turismo, las cuales apenas empezaban a salir del cierre impuesto por la pandemia y recibirán al huracán con muchas zonas ya inundadas y afectadas por la tormenta tropical Gamma.

Así, el ojo de Delta estaba el miércoles de madrugada 55 kilómetros (35 millas) al este-noreste de Cozumel, y se movía hacia el noroeste a 28 km/h (17 mph). El CNH advirtió que el ciclón podría volver a fortalecerse una vez que regrese al extremo sur del Golfo de México hoy por la noche.

El martes, las autoridades evacuaron los principales centros turísticos del caribe mexicano, donde fue decretada la alerta roja de «peligro máximo». Además, cerraron los principales puertos de la zona.

Cuba y las Islas Caimán se mantenían, no obstante, en alerta. En Cuba, las provincias occidentales y sobre todo la Isla de la Juventud, comenzaron a prepararse y a resguardar más de 30.000 toneladas de tabaco, así como embarcaciones y alimentos, entre otras cosas.

Los datos de un avión cazahuracanes de la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos indicaban que Delta continuará fortaleciéndose a medida que aumente su velocidad de avance, se aseguró desde el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).

Evacuación y aprovisionamiento

En Cancún, largas filas se extendían el martes en supermercados, almacenes y estaciones de servicio mientras los residentes se apresuraban a buscar provisiones bajo cielos mayormente soleados. Las autoridades advirtieron a la población que tuviera a la mano agua y comida suficientes para varios días. Los dueños de embarcaciones hicieron fila en rampas públicas para sacar sus botes del agua.

Mientras tanto, comenzaban las evacuaciones de turistas y residentes de las zonas costeras a lo largo de la Riviera Maya y de islas como Holbox a espacios seguros.

Tan sólo en Cancún se habilitaron 160 refugios. Uno de ellos es el centro de convenciones de la ciudad, para los habitantes de la zona hotelera cuyas residencias no son seguras. El lugar puede albergar hasta 1.500 personas.

«Hemos llevado a cabo todos los protocolos» pero «es un huracán fuerte, poderoso», dijo el gobernador de Quintana Roo Carlos Joaquín. El funcionario aseguró que la región no había recibido un huracán de tal magnitud desde el paso de Wilma en 2005, que tocó tierra como una tormenta de categoría 4 y permaneció 70 horas encima del estado. En esta ocasión, confió en que Delta no dure más de 14 horas sobre el territorio.

Situación de los turistas

Los hoteles con estructuras suficientemente firmes como para soportar el impacto de huracanes comenzaron a mover a sus huéspedes a las zonas más seguras y ponían a punto todos sus protocolos de emergencia.

La alcaldesa de Cancún, Mara Lezama Espinosa, dijo que la ciudad había abierto más refugios de lo habitual para dar a las personas más espacio debido a la pandemia de Covid-19.

Antes de la llegada de Delta, había 40.900 turistas en todo el estado, según los datos de la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas, un número menor de lo usual para esta temporada debido al coronavirus, que devastó económicamente la zona.

En el complejo Moon Palace, al sur de Cancún, cientos de huéspedes de hoteles de la misma cadena en Cozumel, Isla Mujeres o turistas que estaban en las zonas más cercanas a la playa, fueron trasladados al centro de convenciones del complejo, un área «supersegura» donde se les facilitaría todo lo necesario, dijo Cessie Cerrato, vicepresidenta de Relaciones Públicas del Moon Palace. Debido a la pandemia, el centro exigía el uso de cubrebocas y que se respetara la distancia de seguridad entre familias.

Mientras, por orden del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, unos 5000 efectivos de las fuerzas armadas y personal de emergencia se desplegaron para colaborar en las tareas que fueran necesarias.

El registro del huracán

La definición oficial de una rápida intensificación es de 56 km/h en un lapso de 24 horas. La velocidad de los vientos de Delta ha aumentado en 128 km/h, cuando a las 2 de la tarde (hora del este de Estados Unidos) del lunes, registraba vientos de 96 km/h y alcanzó los 225 km/h 24 horas después, antes de perder algo de fuerza conforme se acercaba a Yucatán.

Ayer, al caer la noche, el aeropuerto de Cancún todavía operaba y tenía filas de pasajeros esperando a embarcar. Según el gobernador, solo se habían cancelado 35 vuelos y seguiría en operación hasta que lo permitieran los vientos.

Las playas, sin embargo, permanecieron cerradas el martes aunque, en algunos puntos, los visitantes daban los últimos paseos por la mañana antes de resguardarse de un impacto que se prevé será brutal, con un aumento del nivel del mar de hasta 4 metros, peligroso oleaje e inundaciones en un abrir y cerrar de ojos.

«Honestamente, no veo mucho que lo detenga (al ciclón) hasta que llegue a Yucatán, debido a los débiles vientos verticales, la alta humedad y las aguas muy cálidas y profundas del noroeste del Caribe», dijo Eric Blake, experto de NHC por sus siglas en inglés.

Camino a Estados Unidos

Una vez que salga de México, se presume que Delta retome su estatus de categoría 4 sobre el Golfo de México a medida que se aproxime a las costas de Estados Unidos, donde podría tocar tierra alrededor del viernes con fuertes lluvias en el sureste del país.

«A pesar de que existe una gran incertidumbre en los pronósticos de trayectoria e intensidad, existe un riesgo importante de peligrosas marejadas ciclónicas, viento y precipitaciones a lo largo de la costa, desde Luisiana hasta el oeste de Florida, a partir de la noche del jueves y todo el viernes. Los residentes de esas zonas deben asegurarse de contar con un plan de contingencia y mantenerse informados de las actualizaciones en los pronósticos de Delta», informó el Centro de Huracanes.

La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, y el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, firmaron ayer declaratorias de emergencia que permitirían solicitar asistencia federal rápidamente en caso de ser necesaria.

Las comunidades costeras de Alabama aún limpian los daños causados por el huracán Sally, que tocó tierra en Gulf Shores el 16 de septiembre, y advirtieron a la población estar lista para la llegada de Delta.

Categorías de los huracanes

De acuerdo a la velocidad de sus vientos y la potencia de sus precipitaciones, los huracanes pueden alcanzar 5 categorías que sirven para medir su complejidad y riesgos.

Según fuentes de la NASA (y la escala Saffir-Simpson), la categoría 1 comprende vientos entre 118 y 153 kilómetros por hora, y la categoría 5 vientos de más de 250 kilómetros por hora. Las categorías 3, 4 y 5 son las más peligrosas, mientras que la 1 y la 2 corresponden a sistemas ciclónicos menos complejos, aunque también riesgosos para la población.