Varios salvadoreños acudieron este 2 de noviembre a los diferentes cementerios del país para visitar la tumba de sus seres queridos, una tradición arraigada en la mayoría de países en Latinoamérica donde se conmemora el Día de los Santos Difuntos.
Con rigurosas medidas de bioseguridad, los administradores públicos y privados de los camposantos permitieron el ingreso de personas para cumplir con la tradición de enflorar a sus familiares.
Desde el 1 de noviembre los salvadoreños han acudido a los cementerios quienes antes de ingresar deben tomarse la temperatura, usar alcohol gel y respetar el distanciamiento social como parte de las medidas de bioseguridad.
El ingreso de menores de edad, adultos mayores y mujeres embarazadas estuvo restringido; y las únicas personas que podían ingresar tenía un máxico de tiempo para estar en los cementerios.
En algunos camposantos se negó el ingreso al área donde han sido enterrados recientemente los fallecidos por COVID-19.
Con estas medidas, las autoridades sanitarias garantizaron que la posibilidad de contagio de coronavirus sea menor, mientras los salvadoreños cumplen con una de sus tradiciones.
