Zumbidos en los oídos y otras señales de que tuviste COVID-19 sin darte cuenta

Por  Alejandro I. López | Muy Interesante

El porcentaje de asintomáticos –las personas que se infectan de COVID-19 y no experimentan ningún síntoma– sigue siendo una de las máximas interrogantes en el desarrollo de la pandemia. 

Se cree que en promedio, hasta un 40 % de todas las personas infectadas cursan la enfermedad de forma asintomática; sin embargo, aún hacen falta mayores estudios para saber con precisión su influencia en los nuevos contagios

Y aunque para algunos asintomáticos la enfermedad puede pasar desapercibida a menos que obtengan un positivo en una prueba PCR, existen algunas secuelas que pueden delatar que estuvieron infectados de COVID-19:

Zumbidos en los oídos

Uno de los síntomas más recientemente descubiertos asociados con COVID-19 prolongado es el tinnitus: se trata de un zumbido persistente que varía en intensidad, que causa molestias que hacen imposible concentrarse y para algunos pacientes, recuperar el día a día de su rutina.

Además del tinnitus, otra de las afecciones acústicas postcoronavirus que puede delatar un reciente contagio es la hiperacusia; es decir, la sensibilidad extrema a los sonidos cotidianos, que súbitamente se vuelven altamente perceptibles y poco tolerables.

Distorsiones en el olfato

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El síntoma más común de COVID-19 es la anosmia, es decir, la pérdida de la capacidad de oler que puede prolongarse durante semanas y en algunos casos, incluso meses. Esta condición puede llegar acompañada de la disgeusia (pérdida parcial o total del gusto);  sin embargo, esta condición también puede manifestarse meses después de haber cursado la enfermedad asintomática.

Además de la anosmia, la parosmia, una condición en la que las personas sufren una alteración en su percepción normal de los olores, es cada vez más común como secuela de COVID-19.

Niebla mental

Según el estudio más amplio realizado hasta el momento, hasta un tercio de los sobrevivientes de COVID-19 sufren de problemas neurológicos, incluso si la enfermedad no se manifestó de forma grave.

La niebla mental es el nombre de un conjunto de síntomas como pérdida de la memoria, confusión, dificultad para concentrarse, mareos y problemas para comprender palabras cotidianas. Su identificación ocurrió después de la primera ola de contagios y desde entonces, los neurólogos investigan cómo se relaciona con algunos casos de COVID-19.

Fatiga crónica

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La sensación de agotamiento extremo que se combina con dificultad para respirar o dolor en las articulaciones es un síntoma común de COVID-19 prolongado

Algunas personas que experimentaron la enfermedad pueden notar un cansancio crónico, que provoca problemas para realizar incluso las actividades más sencillas, como levantarse la cama o hacer una llamada telefónica.

¿Cómo saber si tuviste COVID-19 y fuiste asintomático?

A pesar de que la infección de COVID-19 y las secuelas posteriores varían de persona a persona o pueden no provocar ningún síntoma, la única forma real de saber si alguna persona ya cursó la enfermedad sin darse cuenta es realizarse una prueba de anticuerpos, que detecta la formación de proteínas específicas en el sistema inmune para combatir al coronavirus.

La presencia de los anticuerpos, especialmente del anticuerpo IgG, significa que el organismo detectó el SARS-CoV-2 y desarrolló un mecanismo de defensa para contrarrestarlo; sin embargo, la prueba de anticuerpos no define si el material genético del virus continúa en el organismo.