San Salvador, nov (EFE).- Los restos de la joven futbolista salvadoreña Jimena Ramírez Granados, que llevaba cerca de un mes desaparecida y que fue hallada muerta, fueron sepultados este viernes en el Cementerio La Bermeja, en San Salvador.
Al sepelio de la joven de 21 años acudieron sus familiares, futbolistas compañeras de diferentes equipos de la liga mayor femenina y amigos.
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Los asistentes colocaron ofrendas y arreglos florales en el ataúd y portaron fotografías de la joven, cuyo caso al igual que el de la desaparición de dos hermanos ha causado alarma en la ciudadanía.
Ramírez Granados, quien formó parte de los clubes profesionales Sonsonate, Atlético Marte y Alianza, desapareció la noche del 24 de octubre en el municipio de Santa Tecla, tras participar en un juego.
El padre de la joven confirmó el miércoles a periodistas la localización de su cadáver.
«Sí es mi hija. Yo la conozco desde tiernita (bebé) y lamentablemente ella es», dijo Rigoberto Granados en unas breves declaraciones afuera del Instituto de Medicina Legal.
Las autoridades de Seguridad no han informado sobre dónde fue localizado el cadáver de la futbolista y cómo avanza la investigación para dar con los responsables de la desaparición y muerte de la joven.
En las redes sociales se comparten diversas denuncias de personas desaparecidas, principalmente jóvenes, y diversos internautas han mostrado su preocupación.
La cifra de denuncias de desapariciones entre enero y abril de 2021 se dispararon aproximadamente un 112 %, respecto al mismo lapso de 2020, de acuerdo con cifras de la Fiscalía brindadas a Efe en mayo pasado.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urgió la semana pasada en una audiencia a El Salvador a adoptar medidas «preventivas» a la problemática de las desapariciones forzadas, un delito que, según organizaciones de derechos humanos de ese país, ha sufrido un «considerable aumento».
