Por Danilo García | Voz de la Diáspora
Estados Unidos – Las autoridades policiales del Condado de Prince George’s, Maryland confirmaron la muerte de Carlos Ramón Carranza de 31 años y su hermano Luis Eduardo Carranza de 27 años, así también Lisandro Carranza de 20 años primo de las otras dos víctimas quienes murieron por intoxicación de gas.
Según las investigaciones preliminares, los tres familiares perdieron la vida mientras dormían, a través de una llamada telefónica de un vecino que alertó a las unidades de bomberos, llegaron el martes por la tarde a la vivienda localizada en la cuadra 1400 South de la Springfield Rd. MD, donde encontraron dos cadáveres. La tercera víctima fue encontrada en estado de agonía y tras varios intentos por estabilizarlo, falleció en la vivienda.
Sobre los hechos, un familiar de las víctimas, dijo que debido a la reciente nevada que azotó el área de Washington DC, Maryland y Virginia (DMV), algunos árboles se cayeron en la zona donde residían los tres salvadoreños, y luego de permanecer por más de 24 horas sin energía eléctrica, los jóvenes habrían optado por usar un generador de calor para no seguir sufriendo por las bajas temperaturas.
Inicialmente el generador habría sido instalado afuera de la vivienda, pero debido al ruido que producía, y por no perturbar a los vecinos, los ahora salvadoreños decidieron introducir el aparato a la casa, el cual con el transcurso del tiempo se convertiría en una trampa mortal para ellos por la acumulación de monóxido de carbono, confirmó el portavoz policial.
Según las autoridades, Carlos Carranza realizó su última llamada a las 2:30 p.m. del martes, y habría conversado con una amiga. Posteriormente se cree que decidieron descansar un momento y se quedaron dormidos. Luego las víctimas no habrían percibido la emanación del monóxido de carbono que producía el generador, el cual acabo con sus vidas.
Se estima que las víctimas murieron entre las 3:00 p.m. y 4:00 p.m. del martes. Las autoridades dijeron que el generador fue encontrado encendido cuando arribaron ellos a la casa. Los tres salvadoreños eran originarios del municipio de San Alejo, departamento de La Unión.
La comunidad salvadoreña del área del DMV inició una campaña en las redes sociales para recaudar fondos para los gastos fúnebres y retornar los cuerpos de los compatriotas a tierras cuzcatlecas.
