Andrés Acuña, Agence France Press AFP, Europa Press
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reivindicado este lunes la importancia de imponer un nuevo paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania y ha exigido boicotear las importaciones y exportaciones, especialmente de petróleo.
En un nuevo mensaje a su país, Zelenski ha señalado que “si la invasión continúa y Rusia no abandona sus planes contra Ucrania, será necesario imponer una nueva batería de sanciones contra la guerra y a favor de la paz”, además de “boicotear las exportaciones”.
Así, ha manifestado que muchos lo llamarán “embargo”, pero también podría llamarse “moralidad”.
“Se trata de negarse a dar dinero a un terrorista”, ha aseverado en relación al presidente ruso, Vladimir Putin.
“Si no quieren seguir las reglas del mundo civilizado, no deben recibir bienes y servicios del mundo civilizado. Que la guerra les alimente”, ha aseverado, según ha recogido la agencia de noticias Ukrinform.
Zelenski ha insistido en que la comunidad internacional debe actuar de forma aún “más decisiva” y ha indicado que “cuando alguien pierde la cabeza, hay que olvidarse de los miedos y del comercio”. “Tenemos que defendernos. Las empresas y los Estados deben ser morales y hay que luchar contra fuerzas inhumanas que quieren destruir la humanidad”, ha manifestado.
“La senda hacia la paz es el éxito del Ejército ucraniano, la voluntad del pueblo, los principios de las sanciones internacionales”, ha dicho antes de instar a “tomar una decisión: cerrar el espacio aéreo sobre Ucrania o entregar armas” en un intento de ayudar no solo a Ucrania, “sino a ellos mismos”.
“¿Cuántos más muertos y pérdidas necesitamos para garantizar los cielos sobre Ucrania? ¿En qué se diferencia la población de Járkov de la de Hamburgo o Viena? Estamos esperando una decisión. Cierren el espacio aéreo o envíen medios para que podamos combatir”, ha espetado.
Además, ha recordado que la actitud rusa “carece de sentido militar” y se basa únicamente “en el terrorismo” y ha acusado al Ejército ruso de tener como rehenes a los residentes de ciudades ucranianas.
Sin embargo, ha asegurado que habrá “castigo”. “Nuestras Fuerzas Armadas saben cómo hacerlo. El enemigo está cansado, desmoralizado. Vinieron a nuestro país buscando algo que nunca ha estado aquí”, ha incidido.
Este mismo lunes, el Ministerio de Exteriores del país ha pedido a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que ordene a Rusia acabar con la guerra. En un comunicado, el Gobierno ha instado a la corte a imponer medidas de precaución y ordenar el cese inmediato de las hostilidades en el territorio.
“La delegación ucraniana pide que se impongan estas medidas para acabar con el derramamiento de sangre”, ha afirmado. El ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, ha señalado que la diplomacia ucraniana defiende no solo la libertad y la independencia, sino “el orden internacional”. Por eso, ha instado a la CIJ a estar del lado ucraniano e imponer “inmediatamente” medidas al respecto.
Corredores humanitarios
El ejercito ruso anunció la apertura el lunes de varios corredores humanitarios y el cese de ataques locales para evacuar a los civiles de las ciudades ucranianas de Járkov, Kiev, Mariúpol y Sumy, que enfrentan duros combates.
Ucrania rechazó no obstante estos corredores, la mitad de los cuales llevan a Bielorrusia, aliada de Moscú, o a Rusia. “No es una opción aceptable”, dijo la viceprimer ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,5 millones de personas a salir de Ucrania y muchas más han sido desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia.
*Con información de la AFP y Europa Press.