La ceremonia tendrá lugar en la basílica de San Pedro en el Vaticano y estará dedicada a la investidura de 20 nuevos cardenales, cuyo concepto eclesiástico es el de “príncipes de la Iglesia”, donde tendrán que arrodillarse ante el Papa para recibir el birrete rojo cardenalicio, símbolo que recuerda la sangre derramada de Cristo en la cruz.
De los 20 nuevos miembros, 16 de ellos podrán votar al sucesor de Sumo Pontífice, por la reforma de la Constitución Pontificia que entró en vigor el 5 de junio para que los casi 300 cardenales convocados participen de un pre cónclave del balance de la Iglesia a poco tiempo de cumplirse 10 años del mandato del Papa argentino.
Entre los futuros cardenales destacan los nombramientos de Robert McElroy, obispo de San Diego, en California, considerado un progresista por sus posiciones sobre los católicos homosexuales y el derecho al aborto. También destacó el nombramiento del misionero italiano Giorgio Marengo, quien será el cardenal más joven del mundo con sólo 48 años. Asimismo se suman los nombramientos de dos africanos y cinco asiáticos.
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Inminente sucesión
El encuentro se enmarca justo en las recientes declaraciones de la autoridad religiosa donde entregó información sobre su delicado estado de salud y donde no descartó la posibilidad de renunciar al cargo.
“Cambiar de Papa no sería una catástrofe” señaló a obispos de acuerdo a El Clarín. “No he pensado en esa posibilidad, pero eso no quiere decir que pasado mañana no lo piense. La puerta esta abierta“, esclareció.
Cabe señalar que, esta posibilidad la abrió el ahora ex Papa Benedicto XVI cuando renunció al cargo en 2013 por considerar que ya no estaba en condiciones de servir.
Con el nombramiento de los nuevos purpurados, el primer Papa latinoamericano de la historia propone para su sucesión a religiosos provenientes de las periferias del mundo.