Liset Orellana
Ana Gabriel, la Luna de América, celebró 48 años de trayectoria artística en suelo salvadoreño y lo hizo de la mejor manera: cantando todos sus éxitos e interactuando de una forma constante y jocosa con el público que acudió la noche del miércoles a su concierto.
La también compositora mexicana se tomó unos minutos para explicarle al público del por qué no aceptaba regalos en sus conciertos. Sustentó que las precauciones contra el Covid-19 no están de más, y ahora con mucha más razón porque uno de sus técnicos dió positivo. «Él se ha quedado aislado y nosotros gracias a Dios salimos negativos. Debemos cuidarnos», dijo Ana Gabriel quien deleitó a su público por más de dos horas.
Antes, la cantante salvadoreña Luzma Andrade, había activado la chispa en el público al interpretar reconocidas canciones de kareoke como Adiós amor de Christian Nodal, Amor prohibido de Selena, Maldita Primavera de Yuri, y otras.
Antes de las 9:30 pm, la imponente voz de Ana Gabriel sonó por los parlantes del escenario y el público estalló en gritos. Vestida de negro y con un blazer brillante como la luna, la cantante se apoderó inmediatamente de los corazones de los asistentes.
Después de superar algunos problemas de sonido y de leer algunos carteles hechos por sus fanáticos, Ana Gabriel se dispuso a interpretar sus éxitos como Mar y Arena, Evidencias, No a pedir perdón y a Pesar de todo.
No podía faltar en su repertorio la interpretación de rancheras como Mi talisman, No entiendo y Hechizo. Durante su presentación, dedicó algunas canciones a personas importantes en su vida. Una fue para su madre y otras en homenaje a Juan Gabriel y Rocío Durcal.
Y para cerrar con broche de oro, con un público ya puesto en pie, sonaría las canciones que la han consagrado como la gran artista que es: Quien como tu, Luna, Simplemente amigos y Ay amor.
Antes, Ana Gabriel se había sincerado con el público y contó que ella pidió venir a El Salvador por considerarlo, por hoy, uno de los países más seguros de Latinoamérica. Y así, la Luna de América vino a brillar a El Salvador.
