La serie «The Idol» cumple su promesa de provocar en Cannes

El director estadounidense Sam Levinson llega para asistir a una conferencia de prensa sobre la película "The Idol" durante la 76ª edición del Festival de Cine de Cannes en Cannes, sur de Francia, el 23 de mayo de 2023. (Foto de Julie SEBADELHA / AFP)

Con crear un cóctel de sexo, drogas y música pop, la serie televisiva «The Idol» cumplió con la promesa de escándalo en el Festival de Cannes, donde se estrenó mundialmente.

«Sabemos que estamos presentando un show provocativo. No se nos escapa», dijo este martes su director y cocreador, Sam Levison («Euphoria») en rueda de prensa, al día siguiente de la proyección de los dos primeros episodios.

En total son seis episodios que incluyen desnudos, una foto íntima que se vuelve viral y masturbaciones limpias.

Y entre telones, un rodaje tumultuoso, con portazos sonados.

El público tendrá que esperar hasta principios de junio para descubrir en la plataforma HBO la historia de Jocelyn alias «Joss» (Lily-Rose Depp), estrella del pop que intenta volver a la cima después del bajón que supuso la muerte de su madre.

Aparece Tedros (Abel Tesfaye, el cantante The Weeknd), una especie de gurú que conoció en una discoteca y drogadicto, que trastornará sus planes.

La serie se burla de todo tipo de clichés del mundo del espectáculo, por ejemplo de la figura del «coordinador de intimidad» que intenta conciliar las exigencias del contrato de imagen de la cantante y el deseo de éste de disponer como quiera de su propio cuerpo .

O el formato de la industria musical, que puede imponer una canción a un artista con el pretexto de que es un éxito potencial.

«Cuando eres famosa, todos te mienten»: Jocelyn, que tiene dudas sobre la canción que se supone que impulsará su regreso, rápidamente se encuentra atrapada en la telaraña personal y artística que Tedros teje a su alrededor, a pesar de las advertencias de su amigo y asistente mas cercano.

«No estamos tratando de contar la historia de una estrella del pop en particular, sino más bien la visión del mundo de las estrellas del pop y la forma en que se ejerce presión sobre ellas. (…) Es una vida muy solitaria. Todos buscan defender sus intereses, pero la fama corrompe a muchas personas. Es muy fácil rodearse de personas que te mienten”, dijo Levinson.

En cuanto a su personaje, Lily-Rose Depp, hija de Vanessa Paradis y de Johnny Depp, insistieron en que su «desnudez física refleja su desnudez emocional».

Según la revista Rolling Stone, la producción sufrió muchos retrasos y reescrituras, a causa de Sam Levinson, que asumió la dirección a mediados del rodaje.

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