Por Sonia ÁVALOS
Argentina ha quedado tambaleándose por el sorpresivo ascenso del forastero político Javier Milei al frente de la carrera antes de las elecciones presidenciales de octubre.
Aquí hay algunas cosas clave que debe saber sobre el descarado legislador de Buenos Aires y lo que significa su ascenso para la asediada nación sudamericana.
– A ciegas –
Todavía faltan dos meses para las elecciones presidenciales, pero un inusual sistema nacional de primarias partidarias celebradas el domingo le dio a Milei la mayor cantidad de votos, un indicador clave de lo que está por venir.
En el período previo a la votación del domingo, las encuestas de opinión y los analistas políticos no esperaban un verdadero desafío a los partidos tradicionales por parte del forastero antisistema, que obtuvo poco más del 30 por ciento de los votos, un poco más que sus dos principales rivales.
“Nadie imaginaba tal resultado para Milei. Llegó primero en áreas donde no tiene estructura ni apoyo”, dijo el politólogo Juan Negri, de la Universidad Torcuato di Tella.
“Pasó un elefante y no lo vimos”, escribió el diario Clarín.
Elegido para el parlamento en 2021, el economista de 52 años y cabello despeinado ha llamado la atención del público con sus ideas radicales, apareciendo regularmente en paneles televisados y con una fuerte presencia en las redes sociales.
El analista político Gabriel Puricelli dijo que Milei había logrado apoderarse de un creciente descontento en el país y «construir un electorado» de la nada.
– ‘Nada que perder’ –
Cuando se les pregunta por qué apoyan a Milei, sus patrocinadores, jóvenes y mayores, invariablemente expresan el deseo de algo nuevo en un país acosado por el malestar económico.
«Diez años de estancamiento y cinco de alta inflación alimentaron el escepticismo de gran parte de la población» hacia el statu quo, dijo Puricelli.
El escenario político de Argentina ha estado dominado durante décadas por el peronismo, con fuertes intervenciones estatales, subsidios y programas de bienestar, con breves períodos de gobierno de centro-derecha.
El país enfrenta una inflación anual del 115 por ciento y los niveles de pobreza están en el 40 por ciento.
Con el peso constantemente bajo amenaza, la única esperanza de los argentinos de ahorrar para el futuro es comprar dólares de inmediato, en el mercado informal debido a los estrictos controles cambiarios.
“Nuestros padres, nuestros abuelos, votaron por el peronismo hace 20 años, hace 30 años, pero el país sigue igual”, dijo Carolina Carabajal, una estudiante de 20 años.
El analista político Carlos Fara dijo que había una sensación de «no tener nada que perder, intentemos algo nuevo porque los demás han fallado».
– Políticamente ecléctico –
Si bien se la describe alternativamente como libertaria, de extrema derecha o antisistema, las opiniones políticas de Milei son difíciles de precisar.
Es ultraliberal en la economía, en contra del salario mínimo, y quiere una austeridad «más dura que la que pide» el Fondo Monetario Internacional, a quien Argentina le debe 44.000 millones de dólares.
Se describe a sí mismo como un «anarcocapitalista» y dice que está «sobre todo por la libertad».
Ha propuesto dolarizar la economía, «dinamitar el banco central», y acabar con los ministerios de Educación, Salud y Obras Públicas, que quiere reemplazar con inversión privada.
En algunos temas sociales es conservador, quiere prohibir el aborto y deshacerse de la educación sexual en las escuelas.
“Un hombre con decenas de caras”, escribió el periodista Juan González en una biografía no autorizada de Milei.
Soltero y sin hijos, vive solo con cuatro mastines que llevan el nombre de economistas liberales. Su hermana, Karina, es su mano derecha.
– Elecciones abiertas –
Con Milei ahora en la mezcla como un serio retador, las elecciones presidenciales del 22 de octubre se han abierto de par en par con tres candidatos principales.
Se postula contra la exministra de seguridad Patricia Bullrich, de la derecha, y el ministro de Economía, Sergio Massa, de la coalición gobernante de centroizquierda, quienes quedaron en segundo y tercer lugar respectivamente en las elecciones primarias por un estrecho margen.
Ninguno de ellos se enfrenta a un viaje fácil.
Milei y Bullrich competirán por votantes similares de la derecha, mientras que Massa intentará retener a los votantes moderados mientras lucha contra las malas noticias económicas en el período previo a la votación.
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