¡Residente! Tus letras si importan +VIDEOS

Residente, exintegrante de la banda Calle 13, se presentó en El Salvador con su tour "Las letras ya no importan"

Por Liset Orellana

Dos han sido los artistas que me han sacado lágrimas en un concierto. René Pérez Joglar se unió anoche a mi listado poco interesante para muchos, pero muy significativo para mí porque es una revelación de la capacidad interpretativa de un artista y de una persona.

¿Habrá sido porque antes de que saliera al escenario sus músicos entusiastas se unieron al público mientras sonoba en los parlantes «El sombrero azul»? ¡Dale salvadoreño! se escuchó en todo el recinto del Parque Nacional de Pelota, Saturnino Bengoa en San Salvador, la noche del sábado 23 de noviembre.

Hacía frío. Un par de banderas de El Salvador ondearon entre el público y el grito frenético de los fans se escuchó cuando «Residente» apareció en aquel escenario sobrio, vestido perfectamente de traje y se acercó a uno de los dos podios montados en el escenario.

Parecen podios presidenciales, pensé. Igual a los que usan los mandatarios cuando van a dar un discurso importante a la nación. «Buenas, El Salvador», dijo René en tono solemne, luego, estrujó una hoja de papel que estaba sobre el podio. Lo lanzó.

El espectáculo comenzó. Había tanto que ver, analizar y sentir. Insisto, un escenario moderado, únicamente con luces blancas y amarillas, una solo pantalla gigante al centro, sin fuegos artificiales, ni luces pirotécnicas ni bailarines. Solo René, sus letras y sus canciones, acuerpado por una docena de talentosos músicos de diferentes partes del mundo. A su derecha, una pequeña mesa con una mujer dibujándolo a él y a sus canciones; a su izquierda otra mecanografíaba sus letras. Y sí, tenía sentido, las letras ya no importan ¿o sí?

«René, ven, vamos a estudiar», se escuchó en todo el escenario. Vi la hora, habían pasado unos pocos minutos de las 9:30 pm y adopté mi postura de periodista, lista a tomar apuntes de todo lo que veía en el escenario. Lo que sucedió después no lo ví venir.

Residente dió un buen trago de licor (para entrar en calor, claro. Recuerden, hacía frío en San Salvador) «Cabeza, rodilla, muslos y cadera» comenzé a tararear, normal. Era «René», posiblemente una de las canciones más íntimas del puertorriqueño. Arráncamos bien, pensé.

René cerró los ojos y comenzó a interpretar aquella bella melodía con el sentimiento vivo y en vivo. Créanme, escucharla en persona no tiene comparación. Empecé a «aguantar vara» y justo cuando «mami bailando flamenco nos alegraba el día, dejó de actuar para cuidarnos a los 4, nos convertimos en su obra de teatro…su vida fue de nuestros logros y nuestras derrotas…» lloré.

Entonces, de verdad, ¿las letras ya no importan? ¡Que importa! la noche comenzó así y siguió por dos horas más. Fue un sube y baja de emociones. A veces saltando, a veces cantando, otras gritando y otras llorando.

Le vendrían a esa velada otros éxitos como «Atrevete», «No hay nadie como tu», RESIDENTE || BZRP Music Sessions #49, «Baile de los pobres», Latinoamérica, «Fiesta de locos», «Vamos a portarnos mal» y «Problema cabrón», de su más reciente producción Las Letas ya no importan.

Conocido en la industria por su apoyo a causas sociales, polémico y honesto en sus declaraciones, René motivó a sus fanáticos salvadoreños a exigir una educación gratuita y de calidad. Nos dió un paseo por sus éxitos del pasado y por sus proyectos del presente.

Lleno de sentimiento, de energía y de buenas vibras la R no solo significa René, ni Residente; es la R de Resistencia, Revolución y Resiliencia.