Por Liset Orellana
La nostalgia invadió el Complejo del Estadio Cuscatlán la noche del sábado con la presentación de la agrupación mexicana Camila en El Salvador. Su alineación original compuesta por Mario Domm, Samo y Pablo Hurtado fue suficiente para llenar de recuerdos al público que coreó todas sus canciones.
Camila, que realiza su «Regresa Tour» ha programado gira en varios países y El Salvador lo recibió con un fresco abrazo de una generación que cree en el amor, y por qué, también en el desamor.
Y para abrir la herida, la cantante salvadoreña Luzma Andrade fue la encargada del opening del concierto con interpretaciones «corta venas»; la noche estaba lista para recibir a una de las agrupaciones más influyentes en el pop-rock latinoamericano.
El primero en presentarse en el escenario fue Pablo, seguido por Samo y después por Mario. En las pantallas gigantes del escenario se habían proyectado videos antiguos de sus integrantes, de sus inicios, de sus logros, de sus luchas, un Camila joven que empezó allá por la década de los 2000 a perseguir un sueño.
«Incendio» fue la primera interpretación, la cual forma parte de su nueva producción. Iniciaron con fuerza para luego, llevar al público a un estado más allá del nostálgico con «Mientes», «Abrázame» y «Bésame». Cuando las canciones tienen un significado profundo como estas, que probablemente el público las abrazó en algún momento de desolación, se agradece que el artista las cante tal cual, y eso fue lo que entregó Camila.
Las voces inigualables de Mario y Samo le dieron ese lindo toque de añoransa con los acordes románticos de Pablo en la guitarra. Le seguirian otras como «Entre tus alas», «120», «Aléjate de mi», «Coleccionista de canciones», «Solo para ti», para cerrar con «Mientes en acústico» y «Toco cambio» abrazados con la bandera de El Salvador.
Fiel a su estilo, Camila derrochó dulzura y amor, compenetrados con el público y agradeciendo por el apoyo en todos estos años de su carrera.