A su vez, se creó el Ministerio de Paz, que encabezará Mufuriat Kami, convirtiéndose en una de las 10 féminas integrantes del Consejo.
Asimismo, los legisladores aprobaron la reducción de ministros, de 28 anteriormente a 20 en la actualidad.
‘Y que tengamos ahora un 50 por ciento de mujeres denota que queremos darle a ellas el respeto debido por su contribución al país’, recalcó Ahmed.
‘Se espera que el nuevo gabinete reforme sus respectivas entidades, elimine los muros de la burocracia, traiga innovación y tecnología para brindar servicios de manera eficiente’, añadió.
En África, solo Ruanda ha logrado avances similares en la creación de un gobierno inclusivo.
El primer ministro promulgó transformaciones políticas y económicas de gran alcance desde que llegó al poder en la segunda nación más poblada del continente en abril.
Se comprometió a abrir las industrias de telecomunicaciones, transporte marítimo, energía y aviación a la inversión extranjera, redujo la participación de los militares en áreas clave e hizo un acuerdo de paz con la vecina Eritrea, con quien no existían relaciones de ninguna índole desde hace 20 años.
La iniciativa que se adopta ‘es un movimiento que solo esperaríamos de una administración segura’, puntualizó Alemyahu Kassa, investigador del Centro de Estudios Estratégicos.
‘El hecho de que el Ahmed y la coalición que preside puedan hacer esto es una señal de unidad’, indicó.
A pesar de rumores de cambio en la Cancillería, Workneh Gebeyehu se mantuvo de momento como ministro de asuntos exteriores.
