Por: Agencias
Cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario del derribo en Ucrania de un Boeing malasio con 298 personas a bordo, Moscú cuestionó el informe holandés filtrado, que culpa a los rebeldes prorrusos e insta a acelerar la investigación sobre la tragedia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, habló hoy por teléfono con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, país del que procedían la mayor parte de los pasajeros del vuelo, para asegurarle que va en interés de todas las partes acabar cuanto antes las investigaciones.
Según un comunicado del Kremlin, en la conversación «se discutió sobre la marcha de las investigaciones del siniestro del Boeing ocurrido el 17 de julio de 2014 en territorio de Ucrania y se subrayó el interés mutuo en que se lleven a cabo de forma fructífera».
El presidente ruso también consideró «prematuro» y «contraproducente» la posibilidad de que se cree un tribunal internacional para juzgar a los culpables del derribo, algo que han pedido países como Malasia y Holanda.
«Putin explicó con detalle la posición rusa de que es prematura y contraproducente la iniciativa de algunos países, incluida Holanda, de crear un tribunal internacional que juzgue a las personas responsables del derribo del avión malasio», según el comunicado.
La misma postura la defendió ayer el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, quien en declaraciones a medios rusos dijo que «para investigar crímenes penales no es necesario crear un tribunal internacional».
El vuelo, que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, fue derribado cuando sobrevolaba la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
El borrador filtrado afirma que «se utilizó un misil ruso Buk tierra-aire, que se lanzó desde un pueblo controlado por los rebeldes prorrusos».
Holanda ha dicho que la investigación definitiva se dará a conocer a mediados del próximo octubre.
Además de 193 víctimas holandesas, viajaban en el avión 27 australianos, 44 malasios, 12 indonesios, 4 belgas, 4 alemanes, 9 británicos, 3 filipinos, 1 canadiense y 1 neozelandés.