El Metropolitano Digital
Octubre, mes de vientos y de alegría para muchos niños y jóvenes que están a punto de finalizar un año escolar. Para otros, octubre es sinónimo de piscuchas.
En El Salvador, tradicionalmente los niños juegan a elevar piscuchas en campos abiertos o en los techos de sus casas, como en Guadalupe, San Vicente, éstos niños aprovechan la brisa que se asoma a nuestras tierras que hacen volar sus piscuchas artesanales y su imaginación por los aires.