La conspiración en el Real Madrid contra Isco y James Rodríguez

Isco y James

Por El Economista

El Real Madrid no se ha escapado este curso de la vorágine negativa que encierra la posibilidad real del fracaso deportivo en una temporada. Como siempre, se busca culpables, cabezas de turco. Primero fue Rafa Benítez, despedido a primeros de enero. Pero sigue la caza de brujas, y dos jugadores están en la lista de sospechosos ya habituales.

Isco Alarcón y James Rodríguez no escapan a ningún análisis de factores negativos en el Real Madrid. Los dos comparten rasgos: posición, carácter, estatus y situación en el club…y lo más importante, el sambenito de jugadores que restan más que suman actualmente en el equipo.

También coinciden en una transformación negativa: de futbolistas claves con el juego de Carlo Ancelotti han pasado a ser claros suplentes en el esquema de Zidane. Casemiro está por delante, y también apunta a la titularidad en el Clásico ante el Real Madrid. El técnico galo ya ha elegido once tipo, y ninguno de los dos está en él.

Si se han confirmado como elementos molestos de cara a lo plenamente deportivo, en las altas esferas del club se piensa en un Real Madrid sin ellos. Se les ve innecesarios desde el punto de vista deportivo, pero también elementos que pueden desestabilizar un vestuario que de por sí ya es complicado. Además, se les considera útiles en lo económico, ya que son futbolistas con cartel y por los que se podría sacar tajada.

No solo en el club se pone el acento en la culpabilidad de los jugadores para parte de los problemas que asolan al club. Prensa y aficionados han puesto repetidamente el dedo en la llaga al respecto. La duda que queda es también evidente: ¿se les debe tildar como mayores culpables de los problemas blancos?

A eso trataba de responder Isco al salir del terreno de juego en Cluj, en zona mixta tras el encuentro de la Selección ante Rumanía: «No creo que todo sea culpa mía o de James». Lo del malagueño era una queja sobre el exceso de críticas recibidas, un grito al cielo para protestar por lo que ya se está convirtiendo en toda una teoría de la conspiración.