Final de infarto en Perú: menos de 50 mil votos separan a ambos candidatos

Desde el viernes, todos esperaban un final cerrado, porque la ventaja de 5 a 6 puntos que tenía Keiko Fujimori se había evaporado en la última semana y el milagro de Pedro Pablo Kuczynski parecía posible. Ahora, con el conteo de datos oficiales llegando casi al final unos y otros aún contienen la respiración porque la brecha entre ambos candidatos es cada vez menor. Si bien siempre PPK ,“el gringo” o “el flautista”, mantuvo y mantiene la delantera, la diferencia con su rival se redujo esta madrugada a solo 50 mil votos.

Con más del 96% de las actas procesadas, PPK tenía 50.1% de los votos y Fujimori el 49.9%.

PPK resiste y sólo debe esperar que el conteo llegue a su fin para convertirse en el cuarto presidente electo tras el fin del fujimorismo, en una pelea voto avoto.

Según la agencia Associated Press, todavía quedan por contabilizar las boletas de 885.000 peruanos con derecho a voto que residen en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos, y que en 2011 favorecieron mayoritariamente a Fujimori.

Alrededor de un 1,4% de las papeletas escritas a mano recibidas en los centros de votación están siendo cuestionadas y enviadas a un órgano electoral especial para su revisión.

Se trata de un aunténtico  “final de infarto”, como bien lo graficó la encuestadora Urpi Torrado, de la empresa Datum, cuando el viernes analizaba los escenarios posibles. Lo impactante de la cifra, además, es que esa diferencia surge de una votación de casi 17 millones de votos y explica, además, la cautela que han mantenido tanto en la campaña de PPK como en la de Keiko.

PPK estuvo encerrado en su casa reunido con sus colaboradores y solo salió unos momentos al balcón de su casa junto a sus dos candidatos a vice presidente y su esposa, Nancy Lange, para saludar a los periodistas apostados allí y a algunos seguidores y curiosos. “Hablamos mañana”, señaló antes de ratificar que los resultados del escrutinio de las actas electorales indican que mantiene la ventaja sobre Fujimori, aunque se ha estrechado. “Estamos ahí, aún faltan los votos del extranjero”, comentó ante las preguntas que le hicieron los periodistas sobre si estaba preocupado por la reducción de la ventaja que tenía sobre su rival.

La prudencia que durante todo el día han mantenido ambos candidatos refleja, sin duda, un importante grado de madurez, política, en un intento por no agitar las aguas tras una campaña plagada de acusaciones y conscientes de que la polarización llevada a las calles podría ser contraproducente.

Y es que las calles de esta capital amanecieron y se mantuvieron ayer más tranquilas de lo previsto. Un lunes normal, como si el domingo no hubiera habido un balotaje y hoy el Perú ya tuviese un candidato proclamado presidente.

Pese a que el domingo a la noche los conteos rápidos le daban a PPK una diferencia de entre un punto y 1,8 de diferencia y se sintió presidente, el candidato de Peruanos por el Kambio fue muy prudente, aunque se mostró confiado en que la Oficina de Procesos Electorales lo transformará en presidente. Consciente de que la pelea sería voto a voto, llamó a sus fiscales de mesa a custodiar cada sufragio.

También el domingo por la noche, en su última aparición pública en el Hotel Melliá de Lima, su búnker, Keiko fue cautelosa pero se permitió un atisbo de esperanza. Una esperanza que ayer se revitalizó un poco cuando supo que la diferencia había pasado del 0,64 por ciento al 0,56%, una variación mínima que le sirvió para acortar en 10.000 votos la diferencia con PPK. Poco para festejar, sin dudas. “Faltan los votos rurales y los del extranjero, hay que esperar”, había dicho desde la terraza del hotel.

Pero la mala noticia para Keiko es que en el exterior el voto antifujimorista es mayoritario (con algunas excepciones) y aunque sean el 3,8% del padrón, el elevado ausentismo le quita peso a la hora de sumar votos determinantes. Además, un conteo rápido de la consultora GFK y publicado en el diario La República de esta capital señaló que Kuczynski ganó en el exterior con el 52.8%, frente al 47.2% de Keiko.

En cuanto al voto rural, que es un histórico bastión del fujimorismo, es difícil saber de qué regiones aún no han sido contabilizados. Pero existe la posibilidad de que sean del sur en donde PPK se impuso a Keiko con el apoyo de partidos y organizaciones de izquierda, muchas de ellas enemigas declaradas de PPK. “En virtud de lo que resta contar, mi experiencia me dice que el voto rural ya ha sido cargado al sistema. Lo que sí falta es el voto del exterior. Por lo que creo que no habrá cambio de tendencia y PPK terminará arriba”, dijo a Clarín una fuente que conoce de cerca cómo se cuentan los votos en el Perú.

La candidata a vice de PPK, Mercedes Aráoz, se mostró tranquila y dijo que todo está para ellos dentro de lo que habían previsto. Tan confiada se mostró que ya pensó más allá del 8 de julio, cuando debe asumir el próximo presidente, con un Congreso dominado mayoritariamente por el fujimorismo. “Estamos pensando en tender puentes, porque ése es el estilo de gobierno de PPK”. Y agregó: “El cree en un modelo en el participan todos los actores y se abre la cancha a todos los sectores políticos, sociales y económicos”.

Tomado de El Clarín