Los dos últimos partidos ante Nápoles y Espanyol han servido para ver un nuevo Cristiano, evolucionado, que regatea más y mejor, encuentra a sus compañeros, toca más el balón, participa en el juego… y no tira a puerta. Si las sensaciones sobre el cambio en el juego del portugués eran evidentes, los números no dejan lugar a la duda.
Las estadísticas de Cristiano en estos dos encuentros, comparadas con las que viene sumando durante todas las temporadas, dejan a la vista a un jugador que aporta más cooperación y menos individualidades. Ha pasado de 2,3 regates intentados por encuentro a 6. De 0,7 regates completados a 3. Un jugadón suyo sirvió en bandeja el 2-1 de Kroos tras dejar a Koulibaly por los suelos. Y dejó uno de los highlights de la Liga con la elástica a David López, caño incluido.
Se le nota más fino, más rápido, con más ganas de colaborar en el juego y más cooperativo con sus compañeros. Incluso ha recuperado esa chispa en el sprint que pareció haber perdido. Aparece más y no únicamente en los alrededores de la portería. Ha ampliado su presencia de 48 toques por partido a 53,5.
Y todo ello, con una curiosa estadística. En estos dos duelos en los que se ha visto su ‘nueva’ cara, Cristiano no ha completado ni un tiro a puerta. Algo impensable en un devorador de balones en el área, el máximo goleador histórico del Real Madrid. Un jugador que cambia su forma de ser y de jugar para servicio del equipo… aunque su prioridad sigue siendo el gol.
Por: Marca
