Debate crucial entre Macron y Le Pen

Según las encuestas, el 20 % de los franceses aún no han decidido su voto y el 30 % podrían abstenerse

Agencias

El cara a cara televisivo entre los candidatos a la presidencia de Francia, el centrista proeuropeo Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, comenzó con un acalorado cruce de acusaciones en el que cada uno intentó desprestigiar a su adversario. «El señor Macron es el candidato de la mundialización salvaje, de la precariedad, del comunitarismo, de la guerra de todos contra todos», dijo Le Pen, que abrió este debate seguido en directo por millones de franceses, previo a los comicios del domingo. El centrista respondió inmediatamente acusando a la líder antiinmigración de ser la «heredera de un sistema que ha prosperado aprovechándose de la furia de los franceses». «Su estrategia es decir mentiras, usted no propone nada», agregó el exministro de Economía de François Hollande.

A cuatro días de los comicios, esta cita es la última oportunidad de Macron y Le Pen de confrontar sus planes radicalmente antagónicos sobre economía, inmigración e integración europea, con los que pretenden enderezar una Francia en crisis frente a la mundialización. Después de diez días de una campaña despiadada, Macron sigue liderando cómodamente los sondeos, con alrededor del 60 % de la intención de voto, aunque ha perdido puntos desde la primera ronda, el 23 de abril.

Los dos aspirantes buscan seducir a los indecisos y convencer a los abstencionistas de ir a votar el domingo. Según las encuestas, el 20 % de los franceses aún no han decidido su voto y el 30 % podrían abstenerse (un 10% más que en 2012).

La derrota del conservador François Fillon y del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que cosecharon cada uno cerca del 20 % de los votos en la primera ronda, dejó un sabor amargo entre una parte de los franceses que se niega a escoger entre Macron y Le Pen. «Estamos en una zona de peligro absoluto. No juguemos a la ruleta rusa con la democracia», advirtió este miércoles la ministra socialista de la Educación, Najat Vallaud-Belkacem.

Cualquiera que sea el resultado, este debate marca un nuevo paso en la integración del ultraderechista Frente Nacional (FN) en la política francesa, con la primera participación de un candidato de esta formación en este ritual francés de entre las dos vueltas. En 2002, el candidato conservador Jacques Chirac se negó a enfrentarse en televisión a Jean-Marie Le Pen, el padre de la actual candidata y cofundador del FN, cuyo pase a la segunda vuelta provocó un verdadero sismo político.

Pero Macron, un joven político de 39 años que podría convertirse el 7 de mayo en el presidente más joven de la historia de Francia, aceptó el duelo televisivo. «No debatir con su enemigo sería un error», dijo. «Es un debate muy particular», destacó el presidente saliente, François Hollande. «Es el primero entre un candidato que representa a toda la república y a una candidata de la extrema derecha», señaló el mandatario, que ha multiplicado los llamados para derrotar a Le Pen.

Frente a una candidata que no tiene nada que perder, Macron, un exbanquero que se somete por primera vez al veredicto de las urnas, se mostró combativo. Macron trató de demostrar la fragilidad del programa de la líder ultraderechista, sobre todo en cuanto a su política económica proteccionista y su promesa de abandonar el euro, aunque en los últimos días ya no aparece como una de las prioridades de Le Pen.

«La mejor estrategia para Macron sería centrar el debate al máximo en torno a los temas europeos, sobre todo la moneda», dijo el analista político Philippe Braud. «Es el tema que más preocupa, especialmente a los pequeños comerciantes y a las empresas», agregó. Como lo ha hecho a lo largo de la campaña, Le Pen, que se autoproclama «candidata del pueblo», intenta presentar a su rival como el heredero del impopular presidente socialista François Hollande, de quien Macron fue ministro de Economía durante dos años (2014-2016).