Fuente: Tirso Tamayo. Educador en salud
La higiene de manos es una medida tan simple y elemental que si se cumple en la forma correcta y con la frecuencia necesaria se pueden eliminar los microorganismos de las manos que producen muchas enfermedades.
Lavarse las manos es el método más económico de prevenir la propagación de microbios y es un medio de protección contra enfermedades.
El adecuado lavado de las manos evita que estas actúen como agentes de propagación de enfermedades de persona a persona ya sea a través del contacto directo o de forma indirecta cuando tocamos superficies contaminadas. Por eso, lavarse las manos previene el contagio de enfermedades respiratorias, meningitis, conjuntivitis, hepatitis A y enfermedades digestivas, entre muchas otras.
De hecho, estudios revelan que el lavado de manos con agua y jabón reduce casi a la mitad, la incidencia de diarrea y un 25% la tasa de infecciones respiratorias.
¿Cuándo deben lavarse las manos?
- Antes de comer.
- Después de usar el servicio sanitario.
- Después de cambiarle los pañales a un niño.
- Antes, durante y después de preparar alimentos.
- Después de tocar dinero.
- Antes y después de atender a una persona enferma (limpiar lesiones, limpiar catéter, etc.).
- Después de toser, estornudar, sonarse la nariz o tocar cualquier secreción de la boca.
- Después de limpiar su casa, oficina o haber tocado basura.
- Siempre que las manos estén visiblemente sucias.