El Antónov-148 ruso no estalló en vuelo, según los investigadores

Agencias

Pese a los relatos de algunos testigos del accidente, el Comité de Instrucción de Rusia (SK), un órgano judicial que antes formaba parte de la Fiscalía General y ahora es autónomo, sostiene que el Antónov-148 de la compañía rusa Saratov Airlines, que el domingo se estrelló en la zona de Rámenki cercana al aeropuerto moscovita de Domodiédovo, no explotó en el aire, sino al impactar con el suelo.

«Se ha podido constatar que en el momento en que el avión empezó a precipitarse estaba íntegro y no ardía. La explosión tuvo lugar cuando el aparato tocó tierra», señaló hoy la portavoz del SK, Svetlana Petrenko, al dar cuenta de la marcha de la investigaciones que miembros de ése órgano están llevando a cabo en relación con la catástrofe aérea que ha segado la vida de 71 personas, entre ellas tres menores.

En una comparecencia ante la prensa, Petrenko declaró que «todas la líneas de investigación están abiertas por el momento (…) el avión pudo estrellarse por error del piloto, fallo técnico o atentado terrorista. Ninguna es de ellas es por ahora prioritaria». La portavoz del Comité de Instrucción insistió en que el avión no cayó en llamas.

Sin embargo, el rotativo RBK, que cita una fuente anónima próxima a Saratov Airlines, señala que el avión «empezó a desmoronarse en el aire», tal vez a causa del incendio y explosión de uno de los motores o por otros motivos. RBK en ningún momento habla de terrorismo. Los especialistas consultados por el diario Kommersant aseguran que el An-148 «perdió altura bruscamente» por razones desconocidas.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es la posibilidad de que el hielo aprisionase los flaps del avión, lo cual supone una pérdida total del control de la navegación.

Al parecer, el capitán Valeri Gubánov, muerto en el accidente, rechazó que la aeronave fuera rociada con anticongelante antes del despegue, bien para no perder tiempo o para ahorrar dinero a la compañía. En declaraciones a Radio Liberty, un piloto de Saratov Airlines, que se mantuvo en el anonimato, aseguró que ni la formación de hielo en el fuselaje ni ningún fallo técnico o error humano, puede provocar el desmoronamiento del avión en pleno vuelo. Se inclinó más bien por pensar que hubo una explosión y pruebas de ello sería el estado en el que han quedado los cuerpos.